VACACIONES CON O SIN... P. Félix Jiménez Tutor, escolapio..... |
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Lo mejor de las vacaciones es la vuelta a casa. La ciudad mágica, el Edén, las playas vírgenes y las montañas sagradas que venden las agencias de viaje son señales de humo, cebo edulcorado. La ciudad mágica es la tuya, la de siempre, Soria eterna. El nuevo alcalde, Hada Madrina, ha prometido transformar a esta Cenicienta en una ciudad del siglo XXI, rascacielos incluidos, para que no tengamos que viajar a New York. En espera del milagro se busca un lugar bajo el sol para las vacaciones. La inactividad, la pereza, es privilegio de los dioses. Sólo los dioses no trabajan. Los hombres condenados a "comer el pan con el sudor da la frente" vivimos bajo la esclavitud del trabajo, del temido lunes. Como Sísifo, el primer workaholic, en vano subimos a la cima de la montaña la maldita piedra que rodará irremediablemente. El Qohelet, pesimista él, escribió, siglos antes del trabajo comprado y pagado: "¿Qué saca el hombre de todas las fatigas que lo fatigan bajo el sol? Una generación se va, otra generación viene, mientras la tierra está quieta. Todas las cosas cansan y nadie es capaz de explicarlas". Sísifo necesita un mes sabático. Y en su afán de olvidar la piedra y la montaña se convierte en turista, en fornicador insaciable con todas las obras de arte con las que tiene una cita programada. Las vacaciones, más que descanso del cuerpo que siempre necesita su ración diaria de actividad, son vacaciones del espíritu, del alma. "Vamos a un lugar tranquilo a descansar un poco", decía Jesús a sus discípulos. Hojeando Le Pelerin me ha sorprendido la cantidad de ofertas para unas vacaciones con sentido que se ofertan. Éstas no tienen nada que ver con las aguas azules del Club de Vacaciones. Vacaciones para formarse: filosofía y fe, Biblia, creer hoy, ruta de las iglesias románicas… Vacaciones solidarias, para parejas, para familias, para jóvenes, en la montaña, solitarias, en el extranjero…Vacaciones para minorías cansadas de los caminos trillados de la sociedad consumista. Vacaciones para personas que no quieren dejar su total identidad en casa. ¿Quién quiere domar a Mr. Hide? El Dr. Jekyll, el científico virtuoso y puritano, se transformaba en Mr. Hide para vivir sus orgías nocturnas. Muchos ciudadanos virtuosos y puritanos cuando llegan las vacaciones dejan en el laboratorio al Dr. Jekyll y Mr. Hide, su identidad secreta, se va de vacaciones.
Yo,
con un semidomado Mr. Hide, estoy de vacaciones en la única ciudad del
siglo XXI. |