UNA IGLESIA PARA ATEOS

P. Félix Jiménez Tutor, Sch. P.

   

 

“Religión para Ateos” es más que el título de un libro, es un programa de vida para quienes Dios no ha muerto porque nunca existió y para quienes, alcanzado el uso de razón, olvidaron la herencia religiosa impuesta por sus padres.

Los creyentes envidiamos a los ateos y los ateos envidan a los creyentes.

En cada ser humano habita un santo y un pecador, un ateo y un creyente y todos somos una sinfonía inacabada en espera de plenitud.

Alain de Botton, con su libro “Religión para Ateos”, pretende que los ateos, superados los prejuicios milenarios, sigan conversando con las religiones.

El ateísmo, ayer, era propiedad de la élite intelectual, gente libresca y atrevida. Hoy, el ateísmo es el único atributo del hombre consumidor de cultura y productos desechables, es decir, de todos.

Alain de Botton no quiere despertar a Dios, pero quiere que los ateos descubran y se abran a los muchos aspectos positivos que las religiones han aportado a la humanidad.

Uno puede ser ateo, a nice person, y puede encontrar la religión “esporádicamente útil, interesante y consoladora” y debe robarle las buenas ideas sobre cómo vivir y organizar la sociedad secular.

Los templos son arquitectura grandiosa, rascacielos antes de los rascacielos manhanitas, son espacios para crear comunidad, establecer relaciones duraderas, escapar al furor de las 24 horas de los media, gozar de la música y del arte y terapia para la dimensión horizontal de los humanos.

Alain de Botton anunció recientemente su plan de edificar un Templo Ateo en Londres, idea robada a las religiones. Su torre tendrá 46 metros de altura y cada centímetro honrará la edad de la tierra, 4,6 millardos de años.

Idea poco original, Auguste Comte ya robó esta idea cuando diseñó su iglesia, la religión de la humanidad y robó también su calendario y su virgen y sus fiestas y sus sacramentos. Ya no queda nada, sólo una nota en Wikipedia.

¿Para qué volver a reinventar la rueda? Existen miles de iglesias llenas de ateos y todas abiertas a los ateos en los cinco continentes.

Los ateos no necesitan iglesias porque no creen en la dimensión vertical de la existencia y para dar sentido a la dimensión horizontal de la vida están los estadios de fútbol, los conciertos de los sumos sacerdotes de la música pop y el Mesón Castellano.

¿Y para qué proponernos como modelos a Francisco de Asís y a Warren Buffet?

En Soria tenemos a la Hermana Juliana Vermeire en Sotillo y, a falta de filántropos ricos, tenemos Cáritas, Manos Unidas y otras muchas ONG cuyas huchas podemos llenar de calderilla.