TIEMPO DE EXORCISMOS

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

El cantante judío Bob Dyalan hizo una incursión por territorio cristiano, no sé si por entretenimiento o por convicción, y nos cantó su experiencia en Slow Train Coming.

Una canción que recuerdo y he explotado en charlas y sermones es "Gotta serve Somebody". "Tal vez al Diablo, tal vez al Señor, pero vas a tener que servir a alguien".

Las religiones presentan miles de ángulos diferentes y miles de dioses a los que servir y adorar.

El diablo, Satanás, en estos tiempos de emancipación de toda autoridad, goza de una clientela incondicional. Según un exorcista "hoy, hay mucho culto al demonio, la gente está más interesada en las cosas y sesiones satánicas que en Jesús".

La música black metal, saturada de terminología cristiana, es satánica y sus jóvenes fans vestidos de negro y con cruces invertidas al cuello proclaman "sin stands for beauty", el pecado significa belleza.

Incluso mis alumnos de la ESO sienten gran curiosidad, -¿habrán visto ya los ojos fascinantes de Lucifer?- por la figura del Exorcista y de los exorcizados.

El oficio de exorcista, como los oficios de los antiguos gremios, estaba descontinuado.

Las Órdenes menores, previas al sacerdocio, entre las que se encuentra la del exorcista quedaron eliminadas por Pablo VI.

La fe en la existencia del demonio, esa figura con cuernos negros que veo aplastada por la bota de San Miguel Arcángel en los retablos de Villabuena y de Navalcaballo, está medio muerta.

A mí me cuesta creer en ese personaje que le disputa a Dios toda la humanidad. "Satanás, el seductor del mundo entero" dice el Apocalipsis 12, 9.

Su existencia no es una opinión pero para mí no es una certeza.

A la luz de la historia reciente, campos de concentración, guerras, crispaciones, insultos… parece más fácil creer en la existencia activa del demonio que en la silenciosa y remota existencia de Dios.

El oficio de exorcista, en el siglo XXI, está vigente, más aún está de moda.

300 exorcistas celebraron el pasado mes de julio el Cuarto Congreso Internacional de Exorcistas.

En Polonia el P. Andrzej Trojanowski acaba de inaugurar un centro dedicado exclusivamente a hacer exorcismos.

70 curas polacos y 30 italianos "piadosos, doctos y prudentes" tienen licencias concedidas por el Ordinario del lugar para exorcizar.

La Universidad Católica de Roma organiza cursos especializados en exorcismos para estudiantes de todo el mundo.

Yo, en mis años jóvenes, presionado por una familia angustiada de Londres realicé un exorcismo.

Sabemos que Juan Pablo II ejerció también, en una ocasión, el ministerio de exorcista.

Y la Madre Teresa de Calcuta, la santa para católicos y protestantes, fue exorcizada el 1 de septiembre de 2001 por insomnios atribuidos al demonio.

Todos, el día del bautismo, somos exorcizados con un exorcismo light y medio camuflado.

El exorcismo extraordinario, el heavy, el dramático, ahora visible en YouTube, pugna por expulsar al mismísimo demonio alojado, como señor poderoso, en lo más profundo de la persona. ¿Será posible tanto poder?

Satanás no necesita penetrar a nadie. Su dominio lo ejerce más sutilmente a través de todo tipo de idolatrías, adicciones, pornografías, mentiras…y todos los vicios a los que los humanos, especie fascinante, nos sentimos atraídos.

Cuaresma es tiempo de exorcismos. Y nuestros líderes nacionales, carentes de imaginación y de oratoria, irreconciliados e irreconciliables, deberían ser los primeros sujetos de un heavy exorcismo.