STOP OBAMA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

Obama, poderoso en gestos nuevos y palabras sabias, me evoca a José, el soñador del libro del Génesis.

José contó a sus hermanos uno de sus sueños: “Estábamos atando gavillas en el campo; mi gavilla se levantaba y se tenía derecha y vuestras gavillas la rodeaban y se postraban ante ella”.

Obama sedujo primero a sus hermanos negros y a muchos de sus compatriotas americanos y, ahora, en sus apariciones en el escenario internacional ha hipnotizado a los líderes de las naciones. Todos quieren un apretón de manos y una foto con la nueva estrella para ser portada nacional. Algunos se sienten tan pequeños que no les importa postrarse ante la enhiesta gavilla.

“¿Quién es peor: Obama o Herodes? Usted decide”, esta es la pregunta lanzada a los católicos americanos por Randall Ferry en su página stopobamanotredame.com.

Las universidades americanas eligen a un personaje relevante de la política, de las letras, de las artes… para la celebración de la ceremonia de graduación y entrega de diplomas. El elegido dictará la última lección, sermón laico y testimonio personal, que inspirará e infundirá en los jóvenes deseos de cambiar las aguas amargas de la vida en aguas más dulces.

La Universidad de Notre Dame de Indiana ha invitado al presidente Obama a pronunciar la última homilía y le concederá el título de doctor honoris causa en Derecho, el 17 de mayo.

Notre Dame, universidad católica, es famosa por sus éxitos académicos, su tradición espiritual y sobre todo por su gran equipo de fútbol americano.

Los obispos del país desde Francis George, presidente de la conferencia episcopal, al nuevo obispo de Nueva York, Msgr. Dolan consideran esta invitación como “big mistake”, un gran error. El obispo de la diócesis no asistirá a la celebración.

Ningún tema despierta tantas emociones y controversias en la cristiandad como el tema del aborto. La iglesia católica americana lleva ya 30 años manifestándose en Washington en contra de la ley del aborto.

Obama es pro-choice, pro aborto, y para muchos católicos es casi un sacrilegio que con su gran oratoria exhorte a los alumnos de tan prestigiosa universidad católica.

“Los comunidad católica y las instituciones católicas no deben rendir honores a los que actúan en contra de nuestros principios morales” afirma un documento de los obispos americanos.

El P. John Jenkins, presidente de la universidad, defiende y mantiene su elección que, según él, no implica estar de acuerdo con la visión de Obama en este tema.

George W. Bush, defensor de la pena de muerte y firmante de muchas ejecuciones en Texas, fue el último presidente invitado por esta universidad. Nadie dijo nada a su presencia a pesar de estar en los antípodas de la doctrina de la Iglesia, defensora de la vida y enemiga de la pena de muerte.

Muchos nos oponemos a la ley del aborto y tenemos que articular y expresar nuestra opinión, pero sabiendo que las leyes se deciden por medios democráticos.

Obama, estoy seguro, en medio de esta cacofonía de voces estridentes, dará a esta nueva generación de jóvenes una magnífica enseñanza.

Su propia vida es ya ejemplo e inspiración para todos los jóvenes americanos.