SI LAS MUJERES HICIERAN HUELGA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio... 

   

 

Son muchos los católicos que, sacudidos por las continuas revelaciones pedófilas, se preguntan: ¿me quedo en la Iglesia o me voy?

El catolicismo español basado más en lo externo que en lo interno, más en el folclore que en la Biblia, más in la imposición que en la opción personal ha producido unos católicos que nunca estuvieron dentro del todo y hace mucho tiempo dejaron de creer y de pertenecer.

Hace unos meses veía la misa funeral por el padre del vicepresidente de Estados Unidos. La iglesia estaba llena de hombres que contestaban y cantaban. Todos comulgaron. Sólo permaneció sentado en el primer banco Barack Obama.

En nuestras iglesias los hombres, funerales aparte, se cuentan con los dedos de las manos. Ahora que sólo es mortal el cáncer de próstata, el pecado mortal ha desaparecido del vocabulario, no sé por qué la gente buena: no roba, no mata, no frecuenta el Califa…no participa plenamente comulgando.

Sólo quedan las mujeres.

Si las mujeres hicieran huelga un domingo, ¿qué pasaría?

Un domingo sin mujeres sería un domingo sin música, sin proclamadores de la Palabra, sin colecta, sin misa, un día de puertas cerradas.

Si la huelga se prolongara ¿quién barrería las iglesias y lavaría los manteles? ¿Quién daría catequesis a los niños y a los pocos jóvenes que aún desean recibir los sacramentos?

Si las mujeres hicieran huelga ¡qué soledad la de los clérigos! Éstos harían huelga forzada.

Las mujeres, especialmente las abuelas, son las transmisoras de la tradición y las tradiciones. Llevan a los nietos a la escuela y a la iglesia.

Las jóvenes, alérgicas a la religión organizada, son ya poco visibles en las iglesias.

En nuestra sociedad en la que todo cambia vertiginosamente, las mujeres han dejado de ser amas de casa para ser ministras, jueces, médicos, soldados, maestras…

Todas las profesiones y trabajos son para todos, para todas.

Sólo la Iglesia les cierra muchas puertas.

Las mujeres, las primeras testigos de Jesús Resucitado, las primeras predicadoras del único mensaje que importa, la resurrección de Jesús, viven en un exilio sin quejas, sin papel.

Si las mujeres hicieran huelga…ya las hijas pródigas son tan numerosas como los hijos pródigos.


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