S A T U R I O

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.

 

 

Saturio a secas, te sobran todos los títulos, y ese “San” te hace invisible.

San Saturio rezuma paseos solitarios, evoca poesía melancólica y provoca “un impacto visual incomparable”.

Cuando los sorianos recomendamos a los turistas visitar San Saturio, no hablamos de ti Saturio, ponderamos un paisaje a orillas del Duero, unos versos de Machado y una cueva tallada en la roca.

¿Y tú Saturio? Eres un pasado glorioso, mitad leyenda y mitad verdad, porque exististe, ¿verdad?

Todos esos nombres del laberíntico santoral existieron y para que sobrevivan les atribuimos milagros imposibles.

Dicen que el 75% de los americanos rezan, al menos, una vez a la semana. Yo estoy seguro de que todos los sorianos invocarán, al menos una vez, a Saturio esta semana. Yo sé que a ti, Saturio, el olvido no te importa. A ti y a mí nos importa que todos buceemos en el misterio que llamamos Dios.

Dicen que vendiste tus bienes, los repartiste entre los pobres y te dedicaste a la oración 24/7 porque, como yo, también tú fuiste tentado, lo refleja una pintura de la ermita, por los 7 pecados capitales y algunos más carnales que otros son difíciles de vencer. Eso sí me lo creo. Saturio no te asustes si te confieso que hoy he leído una oración para después del sexo anónimo.

Saturio, una vez al año, eres celebrado como Dios manda como San Saturio, el santo de Soria, el patrono de Soria. Hacemos Misa Mayor en la concatedral, este año dedicada al turismo te margina y no te paseará por su bello claustro, pero no te preocupes no faltará nadie. Autoridades y fieles, unos por respetuosa obligación y otros por devoción, te acompañarán y besarán tu reliquia, aunque bien pensado en tiempos de la gripe A mejor abstenerse de besos.

Saturio estarás de acuerdo conmigo en que cuando la mayor parte de los asistentes a tu Misa están presentes sólo de cuerpo, sin fe y sin orar, la calidad de la experiencia religiosa se reduce a nada.

Saturio y San Saturio, difícil matrimonio en los tiempos del pensamiento débil, del narcisismo acuático y del turismo a cualquier sitio.

Con o sin  paisaje para el amor, sólo Saturio, sólo San Saturio.