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REGALE A SU ESPOSA MÁS SEXO P. Félix Jiménez Tutor, escolapio. |
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No me negarán que el título es sugestivo. Ya veo a las señoras en la carnicería cuchicheando e invocando al Gran Inquisidor. No, no me llamen por teléfono, este sermón no es mío, es del Reverendo Ed Young. Es justo y necesario que haya Reverendos con imaginación, atrevidos y provocadores, que reten a sus feligreses a vivir la sexualidad santa e intensamente. El sexo no es pecado, el pecado es el no sexo. (Se entiende en el matrimonio). Dios inventó esta pulsión incontenible para que el hombre saliera de su concha egoísta al encuentro del otro. Y los hombres inventaron las pastillas azules para que ya no haya más noches frías. Hace años desayuné con el famoso P. Peyton, el cura del rosario que va para santo y cuyo eslogan era: “Familia que reza unida permanece unida”. Yo cambié la frase para mis feligreses hispanos y les repetía machaconamente: “Familia que come unida permanece unida”. El Reverendo Young, escritor, presentador de televisión, padre de cuatro hijos y pastor de una iglesia evangélica lanzó una cruzada entre sus veinte mil feligreses con el lema: “Siete Días de Sexo”. El Reverendo Young junto una gran cama y con una Biblia en la mano les exhortaba a poner de nuevo a Dios en la cama. “Hoy comenzamos este experimento, Siete Días de Sexo. Ya es hora de dejar de quejarnos de la economía y de comenzar a solazarse·. Dios descansó el séptimo día pero los esposos no deben descansar. El sexo es más que cogerse las manos y mirarse a los ojos, es unirse a su esposa para estar más unido a Dios. Esta es la mejor terapia para ser fiel al trabajo de cada día y evitar las infidelidades matrimoniales. Este sermón no es un anuncio de televisión ni un número de circo. Es pura doctrina bíblica. “Serán los dos una sola carne”, dice el libro del Génesis. San Pablo recomienda a los casados: “No os privéis el uno del otro”. El Cantar de los Cantares es una oda al amor carnal no superado por ningún poema amatorio. ¿Y los rostros de los atónitos feligreses qué decían? Unos pocos parecían decir: Reverendo, se ha pasado; otros escuchaban en un silencio incómodo y la mayoría expresó su entusiasmo con una estruendosa ovación. La cruzada de los Siete Días, según algunos testimonios, fue un éxito. Y los hambrientos de intimidad, renunciando a su cita en Google, habrán celebrado el mandato del Creador recordado por su pastor. |