PREFERENTEMENTE CASADOS

Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

Un Reverendo, pastor evangélico, no encuentra trabajo, ¡qué fuerte!, se lo niegan por ser “soltero”.

Esta noticia leída en el The New York Times la catalogo no como rara sino como sorprendente por contraste.

Mark Almlie, 37 años, se siente injustamente discriminado por su condición de soltero.

Válidamente ordenado por su iglesia, impresionante curriculum, master en teología, pero si, en letra pequeña añade la inocente información “soy soltero”, ahí terminan todas sus oportunidades de contrato.

Desde que Lutero el Reformador se rebeló y se casó porque “el matrimonio no es un asunto del evangelio sino de la ley” las iglesias protestantes no conciben al cura, animador de las familias, sin que tenga su propia familia.

“La lógica de la Escritura y la centralidad del matrimonio en la sociedad justifican la fuerte inclinación de las iglesias a contratar a un hombre que, además de estar casado, viva fielmente su matrimonio”.

La Biblia, enciclopedia de lo divino y lo humano, soporta con gran paciencia nuestras interpretaciones que la contaminan con todo tipo de gérmenes tóxicos.

Así un hombre soltero, para los exegetas evangélicos, es un hombre incompleto.

El primer mandato de Dios fue el de “creced y multiplicaos”.

La primera bendición al primer personaje histórico, Abrahán, fue: “tu descendencia será como las estrellas del cielo”.

Dios hace parir a las estériles.

La Biblia hebrea no hace nunca el elogio del hombre soltero.

No es de extrañar que los reverendos solteros tengan muy pocas oportunidades de encontrar trabajo en esas iglesias en las que la mujer del párroco –la primera dama- juega un papel importante en el funcionamiento de la comunidad y hasta en los sermones de su marido.

No amar en tiempos revueltos estigmatiza la soltería. El soltero no comprendería a sus familias, podría flirtear con sus feligresas y hasta se consideraría como gay.

La iglesia católica los quiere preferentemente solteros, célibes, castos, vírgenes.

Otra manera de leer la Biblia cristiana, el Nuevo Testamento.

De los miles de iglesias cristianas que hay en el mundo sólo la católica mantiene como señas de identidad y condición sine qua non la soltería o celibato para trabajar como pastor de almas.

Un mismo trabajo, dos visiones opuestas, ¿son las dos discriminatorias?


.