¿POR MUCHOS O POR TODOS?

P. Félix Jiménez Tutor, Sch. P...

   

 

"De lo que no se puede hablar, se debe guardar silencio".

Las conversaciones cotidianas no versan sobre metafísica o alta teología sino sobre la prosa del tiempo, la salud y la familia.

Hoy, me voy a adentrar en el laberinto de las palabras especializadas y espero encontrar una salida.

Después de diez años saludando con un sonoro "el Señor esté con ustedes", a veces aún se me escapa y siempre hay alguien que me recuerda que, en Soria, se dice "con vosotros".

En una ocasión citaba la frase bíblica "Dios quiere que todos los hombres se salven" y en la asamblea resonó una voz que decía: "y también las mujeres".

Los americanos, influenciados por el poderoso factor femenino, han debatido con pasión sobre el lenguaje inclusivo para eliminar de la Biblia y la liturgia el machismo. El lenguaje inclusivo es un signo cultural y lingüístico de nuestro tiempo. Éste al incluir a todos, la humanidad o las personas de cualquier género, no debe usar una terminología masculina que deja afuera personas que deben estar incluidas.

Dicen que el español no tiene este problema. El género masculino engloba a todos. La iglesia católica en sus rostros es femenina pero en su expresión es masculina. Cuando celebro la misa con una asamblea de sólo mujeres, casi siempre, ¿no puedo decir el Señor esté con vosotras?

Ahora parece que para ser teológicamente correcto el Cardenal Arinze, presidente del la Congregación para el culto, ha pedido a las conferencias episcopales que preparen a los fieles para un cambio en la liturgia.

Según el misal de Pablo VI en la consagración se dice en español "por todos los hombres", en inglés "for all men" aunque el "men" desapareció hace tiempo para dejar el inclusivo for all y en italiano "per tutti". Así tradujeron las palabras latinas "pro multis". El deseo de Benedicto XVI es volver a la traducción literal "por muchos".

El 90% de los obispos americanos votó el "por todos" como la mejor traducción. El 6% votó "por los muchos" y el 4% "por muchos".De nada les servirá semejante unanimidad. Tendrán que cambiar.

Yo siempre he creído que el the end de la película de toda vida humana es un final feliz con beso incluido. No quiero que nadie me robe el escaso optimismo que poseo.

El "por todos los hombres" (y también las mujeres) según los peritos en palabras especializadas implica una salvación mecánica, a la carta, sin esfuerzo, impuesta a Dios.

Una cosa es la verdad según los Einsteins de la constelación teológica y otra es la salvación. Ésta es sólo obra de Dios y de su gran misericordia. Yo me acojo a ella.

El "por muchos" incluye a toda persona, todo creyente que, por la fe, acoge el don que se le ofrece. Es el sí de las obras, la respuesta explícita al amor. ¿Acaso no hay miles de maneras de responder a Dios?

Si el sabio de acá confiesa no saber nada, ¿qué podemos saber los ignorantes de las cosas de allá?

Cuando llegue el cambio volveremos a la misa en latín de nuestra infancia. Entonces no era cuestión de palabras sino de misterio. Una docta ignorancia.

Y a pesar de todo, ¡por todos y por todas!.