De nuestros lectores

   ORACIONES PARA

COMENZAR LA MAÑANA..

   

1. BUENOS DÍAS, SEÑOR

Buenos días, Señor, a ti el primero
Encuentra la mirada
Del corazón, apenas nace el día:
Tú eres la luz y el sol de mi jornada.

Buenos días, Señor, contigo quiero
Andar por la vereda:
Tú, mi camino, mi verdad, mi vida;
Tú, la esperanza firme que me queda.

Buenos días, Señor, a ti te busco,
Levanto a ti las manos
Y el corazón, al despertar la aurora:
Quiero encontrarte siempre en mis hermanos.

Buenos días, Señor resucitado,
Que traes la alegría
Al corazón que va por tus caminos,
¡vencedor de tu muerte y de la mía.

Gloria al Padre de todos, gloria al Hijo,
Y al Espíritu Santo;
Como era en el principio, ahora y siempre
Por los siglos te alabe nuestro canto. Amén

 
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2. COMIENZAN LOS RELOJES

Comienzan los relojes
A maquinar sus prisas;
Y miramos el mundo.
Comienza un nuevo día.

Comienzan las preguntas,
La intensidad, la vida;
Se cruzan los horarios.
Qué red, qué algarabía.

Mas tú, Señor, ahora
Eres calma infinita.
Todo el tiempo está en ti
Como en una gavilla.

Rezamos, te alabamos,
Porque existes, avisas;
Porque anoche en el aire
Tus astros se movían.

Y ahora toda la luz
Se posó en nuestra orilla.
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3. POR EL DOLOR CREYENTE

Por el dolor creyente que brota del pecado;
Por haberte querido de todo corazón;
Por haberte, Dios mío, tantas veces negado,
Tantas veces pedido, de rodillas, perdón.

Por haberte perdido; por haberte encontrado.
Porque es como un desierto nevado mi oración;
Porque es como la hiedra sobre un árbol cortado
El recuerdo que brota cargado de ilusión.

Porque es como la hiedra, déjame que te abrace,
Primero amargamente, lleno de flor después,
Y que a mi viejo tronco poco a poco me enlace,
Y que mi vieja sombra se derrame a tus pies.

Porque es como la rama donde la savia nace,
Mi corazón, Dios mío, sueña que tú lo ves. Amén.
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4. PADRE NUESTRO

Padre nuestro,
Padre de todos,
Líbrame del orgullo
De estar solo.
No vengo a la soledad
Cuando vengo a la oración,
Pues sé, que estando contigo,
Con mis hermanos estoy;
Y sé que estando con ellos,
Tú estás en medio, Señor.

No he venido a refugiarme
Dentro de tu torreón,
Como quien huye a un exilio
De aristocracia interior.
Pues vine huyendo del ruido,
Pero de los hombres no.

Allí donde va un cristiano
No hay soledad, sino amor,
Pues lleva toda la iglesia
Dentro de su corazón,
Y dice siempre "nosotros",
Incluso si dice "yo".
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5. EMPIEZA EL DÍA

Señor, el día empieza. Como siempre,
Postrados a tus pies, la luz del día
Queremos esperar
Eres la fuerza
Que tenemos los débiles, nosotros.
Padre nuestro,
Que en los cielos estás, haz a los hombres
Iguales: que ninguno se avergüence
De los demás; que todos al que gime
Den consuelo; que todos al que sufre
Del hambre la tortura, le regalen
En rica mesa de manteles blancos
Con blanco pan y generoso vino;
Que no luchen jamás; que nunca emerjan,
Entre las áureas mieses de la historia,
Sangrientas amapolas, las batallas.

Luz, Señor, que ilumine las campiñas
Y las ciudades; que a los hombres todos,
En sus destellos mágicos, envuelva
Luz inmortal; Señor, luz de los cielos,
Fuente de amor y causa de la vida.
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6. AL FILO DE LOS GALLOS

Al filo de los gallos,
Viene la aurora;
Los temores se alejan
Como las sombras.

Dios Padre nuestro,
En tu nombre dormimos
Y amanecemos.

Como luz nos visitas,
Rey de los hombres,
Como amor que vigila
Siempre de noche;
Cuando el que duerme,
Bajo el signo del sueño,
Prueba la muerte.

Del sueño del pecado
Nos resucitas,
Y es señal de tu gracia
La luz amiga.
Dios que nos velas.
Tú nos sacas por gracia
De las tinieblas.

Gloria al Padre, y al Hijo,
Gloria al Espíritu,
Al que es paz, luz y vida,
Al Uno y Trino;
Gloria a su nombre
Y al misterio divino
Que nos esconde. Amén

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7. ALABADO SEA MI SEÑOR

Omnipotente, altísimo, bondadoso Señor,
Tuyas son la alabanza, la gloria y el honor;
Tan sólo tú eres digno de toda bendición,
Y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.

Loado seas por toda criatura, mi Señor,
Y en especial loado por el hermanos sol,
Que alumbra, y abre el día, y es bello en su esplendor.
Y lleva por los cielos noticia de su autor.

Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
Y las estrellas claras, que tu poder creó,
Tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
Y brillan en los cielos: loado, mi Señor.

Y por la hermana agua, preciosa en su candor,
Que es útil, casta, humilde: loado, mi Señor.
Por el hermano fuego, que alumbra al irse el sol,
Y es fuerte, hermoso, alegre: loado, mi Señor.

Y por la hermana tierra, que es toda bendición,
La hermana madre tierra, que da en toda ocasión
Las hierbas y los frutos y flores de color,
Y nos sustenta y rige: loado, mi Señor.

Y por los que perdonan y aguantan por tu amor
Los males corporales y la tribulación:
Felices los que sufren en paz con el dolor,
Porque les llega el tiempo de la consolación.

Y por la hermana muerte: loado, mi Señor.
Ningún viviente escapa de su persecución;
¡ay si en pecado grave sorprende al pecador!
¡dichosos los que cumplen la voluntad de dios!

No probarán la muerte de la condenación.
Servidle con ternura y humilde corazón.
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor.
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