MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

 Octavo Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Isaías 49,14-15; 1 Corintios 4,1-5; Mateo 6,24-34

ENTRADA

Bienvenidos todos a formar asamblea cristiana y a experimentar la alegría de ofrecer nuestra presencia a Dios que nos convoca y a los hermanos que nos esperan.

Hoy, domingo, descansamos de nuestro diario trajinar y abrimos el oído a la enseñanza de Jesús, nuestro maestro y, juntos, compartimos la mesa del Señor, presencia viva en el pan y el vino.

Recibimos al celebrante con el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Alégrate.  Dios, padre y madre, siempre fiel y siempre de nuestra parte, no nos olvida y no puede dejar de amarnos.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Pablo nos recuerda que todos somos administradores y responsables de la fe que hemos recibido a través de la Iglesia.

Tenemos que dar razón de nuestra esperanza a los hermanos para despertarlos y abrirlos al misterio de Dios.

Tenemos que rendir cuentas a Dios por tantas bendiciones como derrama en nuestras vidas.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

El evangelio de hoy es un canto a la confianza en Dios.

No os agobiéis por el mañana que le pertenece a Dios.

A los lirios del campo Dios los viste gratis.

A nosotros nos impuso la ley del trabajo cotidiano, pero el último traje, el de la gloria, Dios nos lo da gratis.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la Iglesia, para que sea la búsqueda del Reino de Dios y su justicia su mayor preocupación tanto en nuestro mundo como dentro de la misma Iglesia.

  2. Oremos por todas las personas que, en este hoy, viven angustiadas por la falta de trabajo, la falta de alimentos, la falta de paz, en definitiva los pobres, para que socorridos por los que tienen sientan la compasión de Dios Padre.

  3. Oremos por todos los países que viven pequeñas y grandes revoluciones para que solucionen sus problemas mediante el diálogo y recuperen la paz.

  4. Oremos por nosotros los que formamos esta asamblea cristiana para que a través de nuestras palabras y acciones testimoniemos la bondad de nuestro Dios.

  5. Oremos por nuestros difuntos y (nombres…) para que nuestro Dios, presente hoy y presente siempre, les conceda vivir en su presencia por siempre.