MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B

Trigésimo cuarto Domingo - Solemnidad de Cristo Rey

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Daniel 7,13-14; Apocalipsis 1,5-8; Juan 18,33-37

ENTRADA

Hoy, terminamos el año litúrgico con la fiesta de Cristo Rey, el vencedor, el Señor.

Hoy, rendimos homenaje al que le pertenecen, desde siempre, el poder, el honor y la gloria.

Hoy, nosotros nos ponemos al servicio del evangelio y llevamos su mensaje de amor a todos los hombres.

Hoy, nosotros celebramos su reinado con cantos y alabanzas en esta asamblea eucarística.

Entonemos el canto de entrada.

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

Daniel escribe a una minoría perseguida y necesitada de esperanza. Cuando dice que vio a uno como “hijo de hombre” se le ensancha el corazón. Reconoce en ese Hijo del hombre a alguien que va a defender y liberar al pueblo. En su victoria está la victoria y la salvación de todo el pueblo. Su señorío no pasará nunca.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Esta palabra del libro del Apocalipsis es un hermoso canto a Jesucristo: el testigo fiel, el primer resucitado, el principio y el fin, el rey de reyes, el que ha hecho de su pueblo un pueblo sacerdotal para servirle y darle gloria.

Nuestra presencia aquí es nuestro canto de adoración y de alabanza a nuestro rey.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN AL EVANGELIO

Jesús nos habla de su reino que nada tiene que ver con las vanas pompas de este mundo, un reino que nace en el corazón de los que escuchan la verdad de Dios, un reino sin poder, el poder más grande es el del amor.

El corazón de Pilato se cerró al amor y a la verdad de Jesús.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por todos los que tienen el ministerio de la autoridad en la iglesia para que a ejemplo de Cristo sus vidas estén al servicio de la verdad y del amor.

  2. Oremos por los líderes del mundo para que siguiendo la verdad cambien el mundo en el que vivimos y haya paz y pan para todos.

  3. Oremos por nosotros para que a través de nuestro servicio diario a la familia, a los niños, a la comunidad y a la sociedad extendamos el Reino de Cristo.

  4. Oremos por nuestra parroquia del PILAR para que llevemos el amor de Dios a los marginados, a los enfermos y a los necesitados.

  5. Oremos pos los que han muerto en el Señor y (nombres…) para que compartan con Cristo la plenitud de la vida en el Reino.