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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A Vigésimo tercero Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos a la iglesia del Pilar, nuestra área de descanso dominical. Juntos formamos el pueblo de Dios aquí congregado para alabar a Dios y escuchar el mensaje de salvación. La Palabra de Dios nos invita hoy a sentirnos iglesia y a unir nuestras voces para orar al Padre de Jesucristo. Celebremos con alegría y fe la fiesta del Señor y la fiesta de la comunidad. Entonemos el canto de entrada. PRIMERA LECTURA El profeta es el que habla de parte de Dios, el que proclama el anuncio de Dios. El profeta es el bautizado que se siente responsable de la salvación de su hermano. Lo nuestro no es salvar a nadie, sólo Dios salva. Lo nuestro es señalar el camino que lleva a la vida. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA Pablo nos recuerda a todos los cristianos la actitud positiva, la palabra mágica, la raíz de la vida: el amor. El que ama no hace daño, no debe nada a nadie. El que ama es Dios. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO En el mundo de los hombres está la ofensa y el mal bajo todas sus formas. Cuando el doctor detecta el mal en nuestro cuerpo intenta curarlo. Cuando nosotros descubrimos el pecado también tenemos que sanarlo y extirparlo. Escuchemos la proclamación del evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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