MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO C

Vigésimo primero DOMINGO

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Isaías 66, 18-21; Hebreos 12, 5-7.11-13;
Lucas
13, 22-30

ENTRADA

Bienvenidos todos a la casa del Señor.

Ya estás aquí. Atrás quedó la casa, los hijos, los que no quisieron venir, el trabajo y tantas cosas.

Delante de ti y contigo está el Señor y su amor, los hermanos y su fidelidad.

Abre tu mente y tu corazón a la fiesta de la eucaristía.

Celebremos todos juntos este día. Jesucristo se hace palabra, presencia y alimento para todos nosotros.

Entonemos juntos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Todos los pueblos. Todos los idiomas. Todas las naciones.

Palabra atrevida del profeta que se cumple en la iglesia. Todos nosotros estamos llamados a reconocer los signos que Dios hace entre nosotros. Nosotros somos el pueblo de Dios múltiple y maravilloso.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

La palabra de Dios es medicina, amarga a veces, dulce otras, misteriosa casi siempre, pero siempre da vida y fuerza al que la acoge.

Nosotros la necesitamos siempre. Es vitamina que mantiene nuestra vida cristiana despierta y viva.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

La iglesia nos ha abierto sus puertas para celebrar el banquete dominical.

El Señor siempre tiene sus puestas abiertas para el que practica la justicia y hace el bien.

El evangelio nos indica el camino de la salvación, ilumina nuestra vida y nos invita a actuar. Esta palabra es para este pueblo aquí reunido.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por el Papa, los obispos y los sacerdotes para que desde su ministerio corrijan, exhorten y animen a todos los creyentes.

  2. Oremos por los gobernantes para que siembren la paz y la justicia y garanticen el bienestar de los más débiles.

  3. Oremos por todas las iglesias y especialmente por la del Pilar para que desde la corrección amorosa de Dios demos frutos de unidad, de generosidad y servicio a la causa de Jesús y de los hermanos.

  4. Oremos por los que se sienten desanimados en su fe, por los que sufren hambre, enfermedad y soledad para que sientan el cariño de Dios y el nuestro.

  5. Oremos por los difuntos de nuestras familias y de la parroquia y (nombres…) para que hereden las promesas de la felicidad eterna.
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