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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B Décimo octavo Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos, hermanos, a la celebración del pan de vida, Jesucristo. Jesús nos invita, hoy, a su mesa para ofrecernos el regalo de sí mismo como pan para el camino. Nosotros estamos aquí porque queremos hacer el camino de la vida en compañía de Jesús. No convirtamos en rutina el don generoso de Dios, su Eucaristía. Acojamos con gratitud y con fe los dones de Dios y acojamos con fe el don del pan de vida, Jesucristo. Comencemos nuestra fiesta con el canto de entrada. MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA Los israelitas se quejan y murmuran porque encuentran difícil el camino hacia la libertad. El poder de Dios que ha puesto fin a su esclavitud no parece satisfacerles. El pueblo está rabioso con Dios. Pero incluso los corazones desagradecidos necesitan el alimento de Dios y éste, siempre fiel, se lo proporciona. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA El pasado ya no tiene poder y queda atrás porque Dios actúa en el mundo, haciéndolo todo nuevo en Cristo. San Pablo reta a todos los bautizados a crecer en santidad y en el nuevo ser que estrenamos el día de nuestro bautismo. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN AL EVANGELIO La gente busca a Jesús no porque crea en él, sino porque les llenó el estómago. La tarea de Jesús es despertar en todos sus hijos un hambre más profunda. Jesús no habla sólo del pan de cada día, habla del pan para la vida eterna, habla de sí, de su presencia escondida en el pan de la Eucaristía. Escuchemos la proclamación del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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