MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

 Decimosexto Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Sabiduría 12, 13.16-19; Romanos 8, 26-27;
Mateo 13, 24-43

ENTRADA

Bienvenidos, hermanos, a la casa del Señor, a la fiesta de la Eucaristía.

Estamos celebrando los domingos de la siembra de la Palabra de Dios en nuestras vidas.

Hemos venido a la iglesia para recibir la buena semilla que siembra Jesucristo.

Es tiempo de sembrar y de crecer. Es tiempo de agradecer y de alabar a nuestro Dios.

Comencemos nuestra celebración con el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

El libro de la Sabiduría nos recuerda la manera de actuar de Dios en el mundo.

El poder de Dios es la fuente misma de su misericordia y de su amor.

Dios es justo y nos enseña a ser humanos y nos invita siempre al arrepentimiento y la conversión.

Dios es uno, aunque nuestros dioses sean muchos.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Estamos aquí para orar a Dios. San Pablo nos dice que el Espíritu nos ayuda a orar y ora en nosotros.

Dejemos que el Espíritu ore en nosotros en este día y nos ayude a comprender el mensaje de Dios.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

“El campo es el mundo”, dice Jesús. Y Jesús es el sembrador.

El Reino de Dios, que se hace presente mediante la semilla de la predicación, vendrá. El proceso es lento, pero a nosotros nos toca hacerlo presente con nuestra vida. A nosotros nos toca contrarrestar los impactos del mal.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por el Papa, los obispos, los sacerdotes y por todos los laicos que anuncian la Buena Noticia a los hombres para que lo hagan con entusiasmo y con fe.

  2. Oremos por todos los jefes de gobierno y por los que buscan la paz y la justicia en el mundo para que sus esfuerzos den frutos.

  3. Oremos por los enfermos, los que sufren y todos los que buscan la sanación y la salvación de Dios para que acepten la voluntad del Padre.

  4. Oremos por los jóvenes, por los que viven desilusionados y por todos los que han abandonado la Iglesia y la fe para que encuentren el camino de vuelta.

  5. Oremos por los difuntos de la parroquia y (nombres:..) para que sean recibidos con amor en la morada de los redimidos.