MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO C

Decimoquinto DOMINGO

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Deuteronomio 30, 10-14; Colosenses 1, 15-20;
Lucas 10, 25-37

ENTRADA

Hermanos y hermanas, bienvenidos a la celebración de la Eucaristía en el día del Señor.

Nosotros que rezamos tantas veces el Padre Nuestro, tenemos que caer en la cuenta de que Dios es el Padre de todos.

Dios no excluye a nadie de su amor. Dios busca a todos y de una manera especial a los pecadores.

Nosotros también estamos llamados a incluir a todos en nuestro amor.

Celebremos con gozo esta Eucaristía y que la palabra de Dios y el sacrificio de Jesús nos fortalezcan en el camino de la vida y hacia la vida.

Entonemos juntos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Moisés nos recuerda que la Ley de Dios no está escondida; está puesta en nuestro corazón.

La voluntad de Dios no hay que buscarla en las estrellas ni en los libros, es sencilla y comprensible. Toda persona puede reconocerla y cumplirla.

Actuemos y vivamos de acuerdo con nuestra fe.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

En Cristo y en su iglesia el misterio de Dios se hace visible e íntimo.

Pablo dice a sus lectores que mirar a otra parte y dejarse seducir por cualquier cosa o persona que no sea Jesucristo es inútil, frívolo y no conduce a la vida.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Antes de Jesús la palabra prójimo significaba otro israelita. Jesús amplía el contenido de esta definición que incluye a todo ser humano que me necesita aquí y ahora.

La parábola del samaritano nos enseña que Dios ama a todos: judíos y gentiles, todos los colores y todas las razas.

Escuchemos la proclamación del evangelio

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la iglesia y todos los que la formamos para que a ejemplo de Jesús amemos y demos la vida por todos.

  2. Oremos por los gobernantes para que la justicia, los bienes de la tierra, el pan y la paz lleguen a todos y especialmente a los más necesitados.

  3. Oremos por nuestros hermanos enfermos, encarcelados, sin trabajo, los que se sienten marginados para que el amor de Jesús y el nuestro les ayude y consuele.

  4. Oremos por esta comunidad parroquial, para que, como buenos samaritanos aportemos nuestra ayuda y la fuerza del evangelio a todos,.

  5. Oremos por los difuntos de nuestras familias y de la parroquia y (nombres…) para que Jesús, el Buen Samaritano, cure sus heridas, perdone sus pecados y los reciba en la posada del cielo.