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MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B Décimo quinto Domingo del Tiempo Ordinario P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos hermanos y hermanas a la celebración de la Eucaristía, todos los sellados y ungidos por el Espíritu Santo. La palabra de Dios en este domingo nos recuerda a todos nosotros nuestra elección, nuestra llamada, nuestra vocación. Vocación que comenzó el día de nuestro bautismo y que no termina nunca. Vivir nuestra vocación cristiana depende de Dios, pero también depende de nosotros. Nuestra presencia aquí es signo de nuestra buena disposición, de nuestro compromiso con Dios y la comunidad. MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA El profeta Amós es llamado por Dios para hablar a su pueblo. No se siente a gusto con la llamada pero responde con seriedad a Dios y cumple con la misión de denunciar los pecados del pueblo y anunciar el plan de Dios a un pueblo que le cuesta escuchar. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA Pablo entona un canto de acción de gracias y de alabanza a Dios por su elección y las bendiciones recibidas. Una bendición que recae sobre todos los bautizados. Una llamada a vivir para Dios que se dirige a todos nosotros. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. MONICIÓN AL EVANGELIO Jesús envía a sus apóstoles a predicar. Estos no cuentan con muchas recomendaciones ni con muchos medios materiales ni con una buena acogida. Sólo cuentan con el poder de Jesús que los envía. Y esto fue suficiente para ellos y para nosotros. Somos un pueblo enviado a anunciar a Jesucristo y su reino de amor. Escuchemos la proclamación del Evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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