MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

 Undécimo Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio
   

 

 Escritura:

Éxodo 19, 2-6; Romanos 5, 6-11;
Mateo 9,36 - 10,8

ENTRADA

Hermanos, el Señor les da la bienvenida a su casa y les invita a su mesa.

Aprovechen este descanso semanal para escuchar al Señor, para darle gracias y para celebrar su bondad y su amor.

En un ambiente de paz y de oración celebremos juntos nuestro encuentro con Cristo, nuestra eucaristía y nuestra fiesta dominical.

Entonemos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

La experiencia del pueblo de Israel que hizo alianza y fiesta con Dios en el Sinaí tiene que ser también nuestra experiencia.

El Señor quiere hoy hacer alianza y fiesta con nosotros. Respondamos con fidelidad a Dios.

Escuchemos atentamente la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

El amor de Dios no tiene límites. Cuando tú eras su enemigo, Dios te amó y te salvó.

Hoy, redimido por la sangre de Cristo, estás llamado a experimentar la fuerza y el poder de su amor, estás llamado a mantenerte firme en la fe, a responderle con generosidad y a sentirte seguro en Dios.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

Jesús siente compasión. Jesús, el buen Pastor, elige a los doce para asociarlos a su misión.

Jesús comenzó con los Doce pero sigue contando con todos nosotros. Apúntate a la lista de Jesús. Apúntate a dar gratuitamente de los bienes materiales y espirituales que del Señor has recibido.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Por los ministros de la Iglesia para que estén siempre dispuestos a sanar y consolar a los cansados y heridos por los problemas de la vida.

  2. Por los jefes de las naciones para que se preocupen de los pobres, de los enfermos, de los niños y de los emigrantes.

  3. Por nosotros los católicos del Pilar para que nos demos cuenta de que Dios nos ha llamado a ser su pueblo santo y vivamos santamente.

  4. Para que el  Señor llame obreros a su mies y suscite en nuestra comunidad sacerdotes y ministros que alimenten a su pueblo.

  5. Por los difuntos de nuestra parroquia y (nombres…) para que sean todos asociados a la liturgia del cielo.