MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO A

Segundo Domingo de Cuaresma

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Génesis 12, 1-4; 2 Timoteo 1, 8-10; Mateo 17, 1-9

ENTRADA

Bienvenidos a nuestra eucaristía en este segundo domingo de cuaresma.

¿Por qué caminos nos ha llevado el diablo esta semana? ¿Cuántas veces le hemos dicho sí? La cuaresma es tiempo de dejar y vencer viejas costumbres y reconocer al Señor.

Hoy tenemos una oportunidad más de subir a la montaña y de transformar nuestra vida.

La iglesia es lugar de reconciliación y de perdón, de encuentro y de vida, de oración y silencio.

Comencemos nuestra fiesta con el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

La historia de los hombres comenzó con una desobediencia, la de Adán y Eva.

La historia del pueblo de Dios comenzó con la obediencia de un hombre: Abrahán.

En Abrahán, padre de los creyentes, todos hemos sido bendecidos. Para merecer esta bendición se nos pide también ser obedientes a Dios.

Escuchemos la proclamación de la palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

La llamada a la conversión se nos hace a nosotros hoy, a través de la fuerza del evangelio. Dios tiene una misión para cada uno de nosotros.

Dios nos pide que luchemos por el evangelio para iluminar la vida de los hermanos.

Vivamos nuestra vocación cristiana con Jesús.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

EVANGELIO

El monte es el lugar de la presencia de Dios y de la gloria que reciben los que se acercan a él. La vida se renueva constantemente con la proximidad con Dios. Pero hay que acercarse sin miedo, aunque corramos riesgos imprevistos.

Para nosotros el monte es esta casa donde, aunque sólo sea por un ratito, respiramos su presencia y nos alimentamos con su Palabra y su mesa.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Por todos los que se preparan para recibir el bautismo al final de la cuaresma para que entren con alegría a formar parte de la comunidad cristiana.

  2. Por todos los cristianos para que asumamos los riesgos que comporta ser creyentes.

  3. Por los misioneros y por todos los que dan testimonio de Cristo en situaciones difíciles.

  4. Por todos los que aquí nos hemos reunido en este domingo para que nos sintamos a gusto en la casa del Señor y la busquemos siempre.

  5. Por los difuntos de la parroquia y de nuestras familias (nombres) para que, acogidos por el amor del Padre, intercedan por nosotros.