Terminado el tiempo de Pascua contemplamos a Jesús ascendiendo al amor de Dios, del que vino y al que pertenecer para siempre.

Anunciar a todos la Buena Noticia del Reino de Dios, ése es el mandato de Jesús y la tarea de la iglesia.

Bienvenidos todos a la fiesta de la eucaristía en este día de la Ascensión.

Todos llamados a ser anunciadores de Jesucristo. Todos invitados a orar en este día y a pedir el don de la fidelidad.

Comencemos nuestra celebración con el canto de entrada.

Durante la Pascua Jesús se ha mostrado a sus discípulos, y ahora les da instrucciones sobre la tarea que han de llevar a cabo, la de ser testigos de su amor.

El Espíritu vendrá en su ayuda.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

Pablo escribe a los cristianos animándoles a permanecer fieles a la vocación cristiana.

Todos unidos en torno a un solo Señor, una fe y un bautismo y formando una sola familia que quiere crecer transmitiendo la fe a los hijos y a los amigos.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

Jesús resucitado es glorificado y ahora sí que nos toca a cada uno de nosotros ser sus testigos y llevar el evangelio a todos los hombres. Los signos del amor y la unidad hacen creíble su mensaje.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

1. Oremos para que en la iglesia trabajemos todos unidos, llevando adelante la misión que Dios nos confía, la de ser sus testigos. Roguemos al Señor.

2. Oremos para que el mundo sea la casa común de todas las personas, y se vaya construyendo desde el respeto y la igualdad. Roguemos al Señor.

3. Oremos por todos nuestros jóvenes y especialmente por los niños que hacen su Primera Comunión para que sean fieles al pan de vida. Roguemos al Señor.

4. Oremos para que nuestra parroquia sea misionera y acoja a todos con amor. Roguemos al Señor.

5. Oremos por todos los difuntos de nuestras familias y de la parroquia y (nombres) para que todos asciendan y sean glorificados con Jesucristo. Roguemos al Señor.