HACER FIESTA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

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"Plantad en el centro de una plaza desnuda un poste coronado de flores, convocad al pueblo y tendréis una FIESTA" Rousseau.

Los hombres, en su dimensión temporal, necesitan aplacar la tiranía del reloj y hacer fiesta.

La Fiesta es alegría, hospitalidad, dar por saco a este valle de lágrimas y ascender a la cima de las sensaciones y la embriaguez.

La Fiesta, metáfora del paraíso terrenal, es éxtasis, comunión colectiva, despojo de nuestro papel sensato y serio e inmersión en un oleaje dionisíaco.

La Fiesta es liberación de la esclavitud del capataz de turno y del calendario para vivir un presente sin fin.

Todos los sorianos, con motivo de las Fiestas de San Juan, somos convocados a la Plaza Mayor a escuchar el sermón inaugural, invitación colectiva a las bodas de la Ciudad con todos sus habitantes, a Valonsadero a la Compra de los toros, a la Dehesa a bailar, a las cuadrillas a confraternizar…y unos pocos a la Concatedral a celebrar la Misa Mayor.

La Fiesta tradicional tenía, en el pasado, un motivo religioso. La religión, espina dorsal de la sociedad, hoy, ha perdido su esencia en esta feria de las vanidades en la que todo vale y todo está permitido.

Sin ayer y sin mañana, hacer Fiesta en este mundo neopagano es celebrar the wild side of life.

Los hombres, en su dimensión trascendente y religiosa, somos invitados a santificar las Fiestas, a dar gracias a Dios por sus bendiciones y su protección y a vivir la vida con reverencia y alegría.

Dicen que el versículo más corto de la Biblia es: "Jesús lloró".

Algunos aguafiestas enfatizan las lágrimas y, en ausencia de un Jesús que ríe, predican sermones tristes y amenazadores. Olvidan estos severos jueces que Jesús es tildado de "borracho y comilón". Vino y comida, más que alimentos, son símbolos de todos los excesos de la Fiesta.

Jesús, el novio y el Señor de la Fiesta, nos trajo a los que vivimos la vida con dos alas, la temporal y la trascendente, la Gran Fiesta del amor que no pasa nunca, del perdón a pesar de todo y la audacia de ser para los demás.

Durante estas próximas Fiestas de San Juan, ¿con qué alas volaremos los sorianos?

Cierto, hay Misa y procesiones y cada cuadrilla, presidida por los jurados, paseará su imagen, entonará cantos, musitará oraciones y se vestirá de Fiesta, leve aleteo agradecido, vuelo corto, comparado con el aleteo frenético del ala de lo terreno, hélice vertiginosa, que terminará rota y agotada pero satisfecha.

Felices Fiestas a todos los sorianos y a los que nos visiten.