EL FILTRO DE LA RELIGIÓN

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

   

 

El interés por las elecciones americanas desborda todas las fronteras. Todos quisiéramos poder votar, tan urgente se nos antoja el cambio de rumbo en el país.

En juego, dos nombres, dos hombres, dos visiones del mundo y una misma ambición, convertirse en el 44 presidente de la Unión.

Después de meses de discursos, town hall meetings y debates televisivos, ahora los motores rugen en esta recta final con Convenciones y carísimos comerciales.

Hay que vender un nuevo Mesías, un nuevo Salvador.

América, esa casi perfecta democracia, escudriña a sus líderes tan exhaustivamente que no hay esqueleto vivo o muerto, pasado o presente, que no salga del armario.

En este maratón presidencial no podía faltar, para nosotros tema marginal y obsoleto, el filtro de la religión.

Nuestros candidatos, Obama y McCain, se sometieron gustosos al interrogatorio de un nuevo inquisidor, el Reverendo Rick Warren.

Este predicador que congrega en su iglesia a 23.000 seguidores, que ha vendido millones de copias de su libro The Purpose of Driven Life, que ha abrazado el American Dream y está comprometido con los problemas sociales: víctimas del Sida, Peace Plan para Ruanda… ante un auditorio de 2.200 personas y millones ante las pantallas de televisión entrevistó a los dos hombres que, hoy, hablan, opinan y prometen un futuro paradisíaco para América y el mundo.

La Religión, mercado abigarrado, marcado por miles de acentos, en América vende e importa.

Para sesenta millones de ciudadanos el perfil religioso de sus líderes es tan importante como su color o su ideología política.

El Reverendo Rick Warren, durante una hora y por separado, acribilló a preguntas a los dos candidatos.

McCain siente cierta incomodidad a la hora de hablar de su fe. Pero los políticos americanos, con más o menos sinceridad, no pasan por el detector de mentiras, tienen que jugar la carta de la Religión para ser más elegibles.

Obama que perora con la misma elegancia y pasión que los grandes predicadores negros es un hombre religioso y cita la Biblia mejor que cualquier catequista.

El Reverendo Rick Warren abrió el libro de sus vidas y juntos leyeron capítulos, ya conocidos, de su itinerario espiritual.

La confesión pública, ya desaparecida en la iglesia, vuelve ahora bajo formas más llamativas y más públicas.

Obama confesó entre sus fallos morales, pecados, "una juventud difícil" en la que probó las drogas y el alcohol. Tiempo de egoísmo que le impidió darse a los demás.

Para McCain el fracaso de su primer matrimonio es su mayor pecado.

En el tema siempre caliente del aborto, Obama que es pro-choice, deja que sean los expertos los que determinen el cuándo comienza la vida.

Mcain, pro-life, tiene claro que la vida comienza desde el momento de la concepción.

En este largo interrogatorio no podía faltar la pregunta número uno para un pastor evangélico: ¿Quién es Jesucristo para usted?

Obama: "Yo creo que Jesucristo murió por mis pecados y soy redimido por Él".

McCain: "Salvado y perdonado por la fe en Jesucristo".

Un programa original, un facilitador inusual, un tema, anatema en otras latitudes, que en América, a pesar del muro que separa el Estado y la Religión, siempre tendrá vigencia.