BUZONEAR

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

Un buzón vacío es una desilusión. Todos lo abrimos esperando encontrar, además de facturas, remedios, soluciones y algún milagro.

En la bandeja de entrada o en el inbox de mi ordenador, el nuevo buzón, cabe todo, lo humano y lo divino, el diablo y Dios, toda la basura tóxica y tónica del mundo.

¿Quién no ha recibido ofertas especiales de Acialis, Viagra o Levitra, love best pills?

Un mensaje picante y provocador garantiza la elongación del pene. La foto de “un antes y un después” autentifica el resultado de unos centímetros de más.

Las herencias, via Western Union, que llegan de Nigeria, Rolls-Royce incluido, son demasiado hermosas para ser verdad.

Otros correos me invitan a comprar los mejores sermones, los que pueden llenar mi iglesia.

El cartero dejó en mi buzón una carta de la Hermandad Sacerdotal recomendándome un DVD para aprender a “celebrar la misa tridentina”.

Según estos venerables sacerdotes, anclados en un pasado clausurado, “el número de sacerdotes deseosos de descubrir el rito antiguo y de ponerlo en práctica aumenta día a día”.

Optimismo senil, negación del Vaticano II, miedo al cambio, prisioneros de la culpabilidad del sobreviviente, fieles al principio de cualquier tiempo pasado fue mejor…

Yo, ordenado de cura después del concilio Vaticano II nunca he celebrado la misa tridentina, ad orientem, de espaldas al pueblo; nunca he dicho la misa en latín y nunca he celebrado la misa para mí, sin fieles. Tres cosas que nunca haré. Cumplir la ley no tiene mérito, es una esclavitud, el reto es cumplir con el espíritu de la ley.

Lutero, monje y cura, no tenía toda la razón, pero el tiempo le ha dado la razón en algunos temas y se la ha quitado a los curas de la Hermandad Sacerdotal.

En este variopinto panorama eclesial conviven los archiconservadores y los progresistas, los nostálgicos y los innovadores, los museísticos y los iconoclastas.

He encontrado en la red un archiconservador, el obispo de Tulsa, Olahoma, que escribe: “he restaurado la venerable posición ad orientem (de espaldas al pueblo) cuando celebro la misa en la catedral”.

Un grupo atrevido de cardenales, Martini entre ellos, y de obispos han inaugurado un portal “Viva il Concilio”, para declararlo vigente, para que su espíritu y sus innovaciones no mueran y para darlo a conocer a todos. En estos tiempos en que muchos, como los curas de la Hermandad Sacerdotal, miran al pasado son dignos de alabanza los que miran al futuro.

Bendito buzón que nos llena de productos de belleza, de placer, de radioactividad y de religión.