Veneración Imberbe

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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!Qué locura poner la confianza en los hombres!
!Qué locura adorar a los hombres!
!Qué locura declararlos santos o pecadores, héroes o celebridades, y olvidarse que son basura, basura divina, pero basura!

Les damos títulos pomposos: Rey, General, Emperador, Presidente, Papa, Canónigo, Provincial…(las jerarquías angélicas, mejor no mencionarlas) que exigen insignias, bandas, fajines, mitras, bastones, báculos, sotanas, trajes...que cubran su desnudez humana, espiritual y social.

Yo no sé si los hombres son monógamos, pero sí sé, lo compruebo día tras día, que los hombres son idólatras.

Dioses en figura de hombres han bajado a visitarnos”. Hechos 15,11

Los creyentes se contentan con un dios genérico, medicamento genérico y barato que los funcionarios de la religión y de la medicina recetan a sus pacientes genéricos en visitas genéricas. El dios original, el medicamento esencial, los funcionarios no lo recetan porque es muy caro o porque no lo conocen, viven sólo de genéricos.

La idolatría se alimenta de dioses genéricos, de brócoli, no de filet mignon.

Los feligreses que se congregan en los templos de futból, idólatras totales, unos domingos se corren de emoción y otros se rasgan las vestiduras decepcionados. Idolatría cara e imberbe.

Los feligreses que se congregan en asambleas laicas, los mítines, escuchan prédicas genéricas, corean eslóganes rimados y, antes un dios genérico cualquiera, entran en trance colectivo. Idolatría de colmena e imberbe.

Los feligreses que se congregan en las iglesias, domingos light, color platino, veneran más los dioses genéricos, escayolas, que el Dios original y único que no tiene imagen y condena todas las imágenes. Idolatría cuántica e imberbe.

Se llamarán sus creyentes, un enjambre animado, mucho amor, mucha tontería, mucha veneración imberbe”.

El Papa de Roma, más que héroe, más que celebridad, más que Obispo, Obispo de Obispos, más que santo, Santidad, más que escayola decorativa, escayola viviente, más que sabio, infalible, más que hombre, Vicario de Cristo, más que una bendición protocolaria imparte, sólo él, bendiciones Urbi et Orbi...hasta ayer esa letanía era inacabable, en este hoy, saturado de fake news, empiezan a sobrar los títulos gloriosos y, reducidos al silencio, entonamos unas letanías lastimeras.

Todos hemos venerado, veneración imberbe e idólatra, la persona del Papa, no porque la persona elegida fuera la más santa o la más sabia sino porque revestida con un nuevo uniforme y bautizada con un nuevo nombre y un nuevo título era divinizada.

Francisco, párroco universal, no necesita veneración, sí admiración.

El Vaticano no necesita un teólogo, las universidades católicas sí.

Los gestos del profeta Ezequiel son de mal gusto y hasta repelentes, los del Papa Francisco, sermones que caminan y que todo el mundo entiende, son, unos, humillantes, -besar los pies de los dirigentes de Sudán, otros son cálidos y alegres, -cabalgar con una docena de niños refugiados en el papamóvil. Francisco ha predicado el evangelio del servicio, de la humildad y de la acogida alegre con gestos contagiosos y proféticos.

Los guardianes de la ortodoxia fruncen el ceño, los fariseos critican y Dios aplaude.

Technically speaking”, dicen sus enemigos, “Pope still Catholic”, pero tenemos que acabar con el hereje.

El 30 de Abril, 2019, una veintena de teólogos y profesores enviaron una carta a “los obispos de la Iglesia Católica” exhortándoles a tomar medidas frente a la gravísima situación a la que se enfrenta la Iglesia. La exhortación Amoris Letitiae, campo sembrado de minas, proporciona a los enemigos de Francisco abundante munición para declararle la guerra en el plano doctrinal y teológico. Yo escribí un artículo titulado: “La alegría del Amor. Ni Sí, ni No”. No cierra puertas, abre las puertas, esta es la misión de la Iglesia.

Francisco no es peligroso por los temas doctrinales,más hereje lo quiero yo, ha cerrado la puerta a los sacerdotes casados y ha cerrado las puertas a las mujeres al sacerdocio y al diaconado.

Ha cerrado la puerta, escándalo de los débiles y pequeña herejía,, a la pena de muerte.

Ha abierto la puerta a Medjugorje, cosa innecesaria, nadie puede poner vallas a la piedad popular. En cualquier lugar del mundo hay un Medjugorje que cerrar.

Francisco abre el libro del santoral, libro que Dios no lee, y cada día, saltándose el protocolo, inscribe nuevos nombres a la lista de la gloria de Bernini. Puestos a cerrar, ciérrese, por tiempo indefinido, la fábrica de los santos.

No quiere quemarse más, deja que los temas candentes se enfríen y crea comisiones, excusa diplomática, para que sus sabios y sabias sigan tomando café y no decidan nada.

Francisco es peligroso para los Salvini, las Marie Le Pen,los Bannon, los Trump… para todos los que levantan muros y cierran puertas. Maldice bíblicamente a “los que se cierran a su propia carne” y bendice a los que abren sus fronteras a los pobres.

Francisco, a ejemplo de Jesucristo, se ha hecho pobre para enriquecer a los pobres con su amor, su acogida y con su dinero.

N.B. Francisco, me cuentan, ha leído el libro de Frédéric Martel, “Sodoma. Poder y Escándalo en el Vaticano”. La Sodoma bíblica es una metáfora, la Sodoma del Papa y la nuestra es real, tan real que la visualizamos en nuestras calles y en nuestras pantallas.

¿Cómo se puede venerar a los hombres que, con títulos o sin títulos, viven en Sodoma?

Vosotros me veneráis: pero ¿qué ocurrirá si un día vuestra veneración se derrumba?

!Cuidad de que no os aplaste una estatua!”