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Un Gran Pecador

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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Nadie se acuerda de los antiguos, y lo mismo pasará con los que vengan, sus sucesores no se acordarán de ellos”.

Eclesiastés 1,11 “Vosotros me veneráis, pero ¿qué ocurrirá si un día vuestra veneración se derrumba? Cuidad que no os aplaste mi estatua”, avisa Zaratustra.

La sociedad, a los hombres superiores, en vida y post mortem, les dedica calles, sus retratos cuelgan en todos los edificios oficiales y sus estatuas decoran plazas y parques, altares civiles, honores efímeros, de temporada, para maquillar el gran olvido.

Francisco Franco, un hombre superior, uno de tantos nombres, bajo palio como un mini dios, llenó durante 40 años la vida, la sociedad, la iglesia y la geografía del país.

Muerto bajo veinte mantos de Vírgenes y reliquias de santos, hoy olvidado y condenado al Sheol, todo, retratos nombre, estatuas, todo, hasta su sombra, deleted.

“Sus sucesores no se acordarán de ellos” El pasado en una gran losa que tapa victorias y derrotas, acciones heroicas y pecados XXX.

La memoria se la entregamos a los archivos, a las bibliotecas, cementerios para ociosos y a Google, almacén gigantesco de todos los olvidos humanos y divinos.

!Que inútil la archirrepetida frase de Santayana “recordar para no repetir”! Y pensar que a nivel colectivo y personal necesitamos, exigencia del guión, repetir y tropezar en las mismas piedras que nuestros antepasados.

El Qohelet, mucho más viejo y mucho más sabio, nos repite: “nada nuevo bajo el sol”.

Iba para SANTO.

La sociedad francesa, y yo también, lo ha tenido por SANTO y lo habría declarado SANTO por aclamación popular, por goleada.

Más de 600 lugares públicos, calles , plazas, escuelas, centros…llevan su nombre.

L’abbé Pierre, hombre bueno, hombre para los demás, protector de los más pobres, a los ojos de los hombres “todo lo hizo bien”.

L’abbé Pierre, el Cura, el defensor de los huérfanos, las viudas y los inmigrantes, el ángel de los pobres, el que en 1950 consiguió que el Parlamento aprobara un ley que prohibía a los propietarios poner en la calle a los arrendatarios en invierno, ley todavía en los libros, el Fundador de los Traperos de Emaús, icono social, role model de todo ser comprometido, gracias a él, a l’abbé Pierre, son muchos los que hoy viven el espíritu de las Bienaventuranzas y el capítulo 25 del evangelio de Mateo, Este hombre existió.

Abierto el libro de su vida, seísmo, 10 grados Richter, descalabro total.

Todo deleted.

Es hora de desbautizar, su nombre, sucio como el hollín de la chimenea, restregado con abundante lejía, es eliminado de la plaza pública y de su Fundación.

El sexto mandamiento, NO fornicar, caballo de batalla de todo ser humano, la carne tiene leyes que la Ley del Sinaí no entiende, fue para l’abbé Pierre piedra de tropiezo, de escándalo y de perdición.

Masturbador, fornicador, violador, pecador compulsivo, desde su autoridad clerical y su prestigio social no solo violó su voto de castidad sino que violó, ensució y deshumanizó a las personas de las que abusó.

A las 7 conocidas hay que sumarle 17 más.

L’abbé Pierre, sus buenas obras y su Fundación están ahí y hablan muy bien de él, en su vida privada fue un gran pecador.

Iba para santo, todos vamos para santos.

Un santo menos en el calendario litúrgico, no tiene ninguna importancia, pero un santo más en el calendario de Papá Dios.

Todos los pecadores XXX, la lista de los famosos y de los influyentes, los de ayer y los de hoy, se la dejamos a los ociosos, es mucho más larga de lo que pensamos y sabemos: Maciel, Belo, Mccarry, l’abbé Pierre…y yo.

Todos en la lista de los pecadores, cada uno en su lista.

Todos los santos tienen un “pasado”.

Todos los pecadores tenemos un “futuro”, todos santos, todos blanqueados por el mejor detergente, la sangre de Cristo.

Abbé Pierre, los hombres te pueden eliminar, olvidar y demonizar, palabra que nadie, nadie, debe emplear, el “demonio” no tiene nada que ver con mis decisiones, pero Papá Dios ni te olvida ni te deja de amar.

Simplemente te dice.

WELCOME HOME.