Paseos
primaverales, post prandium, perfumados por el espliego y el romero florecido,
las amapolas y la lavanda, y decorados a izquierda y a derecha del sendero por
las aliagas en flor, su amarillo intenso y luminoso fija mis ojos y acribilla
mis dedos en el intento de producir un ramillete para la cruz de la cuneta.
Presentimiento de un odio religioso.
Pero lo que más turba mi paseo de l’après-midi es el silencio monacal y sin
monjes en el claustro monumental de la naturaleza. Me and my shadow y los trinos
de los pájaros.
Los pájaros me ofrecen un concierto gratis. Cantan sin parar y no necesitan fans
que los aplaudan.
Mi ignorancia me hace sufrir, no sé dar nombre ni a los pájaros ni a los
instrumentos que tocan.
Conciertos interrumpidos por el gruñido de un jabalí o la carrera de un ciervo
asustado.
Con las lluvias de abril y el sol de mayo, yo también espero el ininterrumpido
milagro de Todas las Primaveras.
La Naturaleza, en otoño, tiene más color que cualquier fashion show, creación
humana.
Los periódicos nos recuerdan la existencia de este museo multicolor y nos
invitan a visitarlo.
Wow, asombrosa sinfonía, espectáculo de colores, oda a la belleza.
Los árboles, antes de desnudarse y dejarnos ver su vergonzosa desnudez, ofrecen
a los ojos un festín de rojos carmín, de rosados como labios, de amarillos
pálidos, de ocres oxidados, de naranjas plateados, de verdes suaves e intensos,
lujuria prolongada e insatisfecha.
Colores, todos bellos, todos necesarios, fervorosa contemplación antes de
decirnos adiós. Creación divina.
NATURALEZA multicolor y glosolálica, ¿quién se atreverá a criticar tu belleza y
tu abundante variedad? Muchos serían tus críticos si fueras mera creación
humana.
TODAS LAS VOCES.
La diversidad da color y consistencia a nuestra vida en la tierra.
Querer que los OTROS se conviertan en NOSOTROS es imperialismo bruto.
Nuestras ciudades son cada día más babélicas, más cacofónicas y más bellas por
su disparatada variedad étnica y lingüística.
Me regocijo, en mi deambular callejero, espiando conversaciones, y como me pasa
con los trinos de los pájaros no sé darles nombre, no distingo el chino mandarín
del cantonés, el polaco del ucraniano, pero sí sé que suenan bien y cuantas más
mejor y me gustan.
Decir Babel, confusión de lenguas, rebeldía lingüística, es mucho más que
instaurar un nuevo estado de cosas, un parlamento universal de las lenguas, es
volver a lo que ya existía. Génesis 10 ya nos ha descrito la humanidad dividida
en 70 naciones “cada una con su propia lengua”.
Todas las Voces, Todas las Palabras, Todas las Opiniones,las ortodoxas y las
heterodoxas, las progresistas y las conservadoras, las de los fachas y las de
los progres, las de los iluminados y las de los apagados, las de los profetas y
las del poder, ninguna VOZ debe ser excluida de la Plaza Mayor.
Dios calla, nos ha cedido la palabra.
Hasta la liturgia romana ha abandonado el latín imperial e imperialista,
penúltima herejía según el clero tradicional, y ha abrazado la glosolalia
pentecostal.
TODAS las lenguas vivas son litúrgicas, las menos litúrgicas son las lenguas
muertas. Los muertos no alaban a Dios, los vivos sí.
La inscripción del cilindro de Sargón II, rey de Asiria (722-705 A.C) proclama
la voluntad del rey, ”les obligué a todos los vencidos a aceptar una sola
lengua”. Mi lengua.
Una voz, una lengua, sueño imposible, que no tendrá vigencia ni en el World to
Come.