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Sólo el Misterio

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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La NAVIDAD ignorada, sólo le queda al mundo las navidades.

Sólo el Misterio es la NAVIDAD. ¿Quién mató la NAVIDAD?

En mis horas de confesionario en NYC, horas divertidas, grandes sorpresas, hay pecados que pesan toneladas y pequeñas y risibles cotidianidades, levedad del pecado, a todos los penitentes les imponía la misma penitencia.

Mañana, domingo, cuando venga a la celebración de la Eucaristía prestará suma atención a la proclamación de la Palabra de Dios, las tres lecturas bíblicas, NO distractions allowed, do you understand?

“Lámpara es tu Palabra para mis pasos, luz en mi sendero”. La Palabra, reveladora del Misterio, enterrada bajo el peso de las mil palabras humanas, no es la lámpara de la mayoría de los católicos.

Los cistianos tienen que vivir no sólo de palabras piadosas sino de toda Palabra que sale de la boca de Dios. NO distractions allowed.

Dios, en el principio, pronunció sólo una Palabra, Jesús, y el Misterio acampó entre nosotros.

Jesús es el solo Misterio, Jesús es the reason for the season, la NAVIDAD.

Fácil es decir lo que no es la NAVIDAD, difícil es vivir la NAVIDAD.

Los púlpitos trompetearán contra la comercialización de la NAVIDAD.

La sociedad, cordón umbilical que nos alimenta y que sólo un “resto” se atreve a cortar, nos ofrece una navidad descafeinada, estresante, la que nos entra por los ojos, la de las luces, la de los arbolitos de plástico, la de los regalos, la de la avaricia capitalista, la de las cenas pantagruélicas, la del sentimentalismo barato, la de los villancicos con letras tontas, la navidad todo en rojo, la pequeña navidad insulto a la Gran NAVIDAD.

¿Es necesario que existan las navidades para que exista la NAVIDAD?

¿Es necesario que existan tantas distracciones en torno a la NAVIDAD para ahuyentar el aburrimiento vacacional?

Matar la NAVIDAD, enterrar el Misterio, objetivo conseguido.

Confesión de una mujer: “No me importa celebrar la navidad, pero sin religión, sin Jesús”.

Si el 25 de diciembre no existiera en el calendario, seguro que las navidades seguirían existiendo, los hombres no pueden vivir sin su ración de folclore, sin sus distracciones.

La religión, fiestas que celebrar, santos que invocar, romerías que caminar, palabras que decir, templos que llenar, decorado que oculta el Misterio, se convierte más en distracciones para los tiempos muertos que en trances para fusionarse en el Misterio.

Hoy, desvalorizado el Misterio y perdido el vocabulario que con él nos conecta e incapaces de expresarlo, son muchos, muchos los católicos que se exilian a las cumbres nevadas o a los paraísos caribeños o se quedan en casa embobados frente al Comedy Channel.

Las navidades, enfermedad incurable, produce un efecto secundario milagroso, las familias de sangre se reúnen y entre abrazos y risas, se expresan afectos y perdones no expresados verbalmente pero sí sentidos y aceptados.

Sólo el Misterio. Los seguidores de Jesús, los hombres que viven admirados, sorprendidos, asombrados y escandalizados por la locura, del Misterio, del Amor, del niño “nacido de mujer, nacido bajo la Ley” luchan contra las distracciones para sumergirse en el Misterio y sin necesidad de palabras, vivirlo en el silencio.

“Salimos fuera de nosotros (nos distraemos) porque no sabemos qué hay dentro”.

En el principio Dios creó un mundo perfecto.

Del hombre, Adán, surgió Eva y tras la primera desobediencia experimentaron el primer corte de luz. Se desconectaron.

En la plenitud de los tiempos Dios pronunció una sola Palabra, Jesús. La segunda Creación.

De la mujer, María, surgió Jesús: Luz grande, Vida eterna, toda Bendición, conexión total.

Sólo el Misterio, sola la NAVIDAD, la que nadie podrá matar.

All I want for Christmas is HIM.