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SEMANA
SANTA, dos palabras, dos rejas para roturar el alma de los creyentes. Tiempo
lento, muy lento, para bucear en la profundidad del Misterio.
Para nosotros, los creyentes y practicantes, SEMANA SANTA son dos palabras
supercargadas de espiritualidad, no de teología, sólo la sangre de la cruz nos
salpica, nos lava y nos blanquea. La sangre de Jesús, detergente purificador, es
lo que mi alma necesita para recuperar su identidad.
La semana santa, sólo minúsculas, es el tiempo de la superficie, surfear
pantallas, los nini religiosos, privados, por Mr. Coronavairus, del Caribe y del
sensiblero turismo callejero, aliviarán su aburrimiento en el diván o en el Ajax
Bar, enturbiando las aguas del cotidiano vivir. A los agnósticos, a los ateos y
compañeros de viaje, les deseamos unas felices vacaciones.
DOMINGO DE RAMOS, prólogo triunfal. Jesús, como tantos otros visionarios que se
autoproclamaron Mesías y Reyes, entra en Jerusalén al son de trompetas y
Hosannas. Con este gesto ritualizado, Jesús presenta su candidatura mesiánica en
Jerusalén, la capital religiosa.
Pero su gesto, no literario, sino histórico y revolucionario, de tomar posesión
del Templo a latigazos rubricó su visión y su misión.
JUEVES SANTO
"Y de repente, Jesús se levantó de la mesa, y se puso el delantal.
DIOS EN DELANTAL
El evangelio de Juan se olvida del "Haced esto en memoria mía", la dimensión
cultual, y nos sitúa en el corazón de la vida entera de Jesús. "NO he venido a
ser servido sino a SERVIR".
Jesús no predicó un gran sermón.
Jesús no escribió una encíclica para teólogos sabios e ininteligible para el
pueblo.
Jesús nos dio un sermón que camina, una lección práctica, e inteligible para
todos.
Se puso el DELANTAL y se arroilló ante los discípulos.
“Ejemplo os he dado”. El OCTAVO SACRAMENTO en el que todos somos ministros y
receptores del mismo, no en los templos sino en las calles del mundo.
Sobran Vacunas. Faltan DELANTALES.
VIERNES SANTO
Hoy, VIERNES SANTO, GOOD FRIDAY, la historia que nos contamos nos recuerda el
sueño de Dios hecho añicos, la impotencia de Dios, el fracaso de Dios, la muerte
de Dios.
“Todo está terminado”, la deuda pagada, satanás vencido, el nuevo templo
inaugurado, pero Jesús no está terminado, sigue amando y perdonando. Su sueño
sigue vive porque los grandes sueños no mueren nunca.
Dios, compañero de camino, quiere vivir en el planeta Auschwitz de los hombres.
Siempre será Viernes Santo. “Cristo sufre agonía hasta el final de los tiempos”.
SÁBADO SANTO
“Se hizo en el cielo un silencio de media hora”.
Silencio de Dios.
Somos silencio. Venimos en silencio y nos vamos en silencio a un silencio
poblado de risas y cantos de victoria.
Hoy, SÁBADO SANTO, día de silencio y de luto, Oficio de Tinieblas, apagamos
todas las pantallas y escuchamos -sólo- el latido del corazón.
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