Sean Buenos
P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....
Los Papas ostentan muchos títulos y cada Papa, según su espiritualidad y su sentido del poder, tiene sus preferencias, abomina de unos y abraza otros o se le antojan todos exageradamente pesados para cargar con ellos La tiara, tan solemne, tan gloriosa, tan imperial, pesaba tanto que Pablo VI, atento a los signos de los tiempos, gesto profético y evangélico, la envió al museo de los objetos perdidos Mario Bergoglio, nuestro Papa Francisco, lo sé, no se siente cómodo con muchos de los títulos de la letanía papal: Vicario de Cristo, Su Santidad, Santo Padre,Soberano de la Ciudad del Vaticano…se contenta con ser el Obispo de Roma y el Párroco de la Iglesia Universal Francisco tiene sus necesarios ramalazos autoritarios, su feligresía y su geografía no tiene fronteras, la curia romana poderosa y eterna, albergada en el Vaticano hace de freno y de contrapeso El día 12 de octubre de 2024, el Papa Francisco envió una carta a los 21 nuevos Cardenales que recibirán su título y sus hábitos cardenalicios el 7 de diciembre Los complementos, solideo, birreta, fajín, anillo, las cosas externas que se pueden comprar en la sastrería vaticana, son independientes del poseedor y no añaden nada a sus méritos ni a sus imperfecciones Francisco, ajeno a todas las vanidades humanas under the sun, en su carta les ha dictado unos cuantos consejos para que vivan la alegría del evangelio y “sean buenos” Los nuevos Cardenales escalan el último escalón del poder y de la gloria, el escalón menos evangélico y necesario en este negocio humano y eclesial Francisco fustiga la tentación del orgullo, veneno que mata la espiritualidad, y les invita a revestirse de la humildad, a renunciar a la vacía pomposidad de los títulos, Su Excelencia Reverendísima, y aceptar la diakonía del “servidor” Invitación a ser servidores, no príncipes renacentistas, el siglo XXI necesita testigos, no pavos reales Francisco, conocedor de la condición humana, sabe que hasta los más humildes servidores aspiran a ser señores y a sentarse en el trono de la felicidad y de los honores Angelo Acerbi, 80 años cumplidos, recibirá el título de Cardenal, título honorífico que puede recibir cualquier católico, pero no será miembro del Club La Iglesia puede funcionar perfectamente sin el peso de la Púrpura Cuanto menos peso mejor El Director Espiritual, a los 21 nuevos Cardenales les da en su carta tres consejos - Ojos levantados (eyes raised) para ver más allá, para amar al próximo y al lejano, para recibir la sabiduría de lo alto y experimentar la presencia del que está sentado en el trono - Manos Unidas (hands joined) para orar, discernir y apacentar - Pies Descalzos (Feet bare) para salir al encuentro de los pobres y vivir como los pobres - Sean Buenos, por el amor de Dios