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¿Santos Importantes o Importados?

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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Sé fiel hasta la muerte y Yo te daré la corona de la vida”. Ap 2,10

Los gestos de Francisco alegran a unos, irritan a otros y nos sorprenden a todos.

En mi artículo “De Problema en Problema” examinaba la tendencia humana de dividir y de excluir: ellos vs nosotros, los de habla griega vs los de habla hebrea, los no-circuncidados vs los circuncidados, los no católicos vs los católicos, los no-salvados vs los salvados…

Según el Papa Bonifacio VIII, mentalidad imperialista de la Iglesia, habría que añadir una exclusión más, “los no-sujetos al Romano Pontífice vs los sometidos al Romano Pontífice”.

En la bula Unam Sanctam, Bonifacio VIII, definición dogmática, afirma solemnemente: “Además, declaramos, proclamamos y definimos que es absolutamente necesario para LA SALVACIÓN que toda criatura humana esté sujeta al Romano Pontífice”.

You hit me below the belt.

No me sorprende nada que el Papa Francisco sienta “temor y temblor” ante la palabra “infalibilidad", palabra que a todos nos excluye.

El 11 de mayo el Papa Francisco ante Tawadros II, Papa de la Iglesia Copta Ortodoxa, hizo esta proclamación. “Estoy muy feliz de anunciar hoy que, con el consentimiento de vuestra Santidad, estos 21 mártires serán incluidos en el Martirologio Romano, como signo de comunión espiritual que une a nuestras dos Iglesias”.

La inscripción en el Martirologio Romano de los veintiún mártires, de los cuales veinte son coptos ortodoxos, decapitados en Libia por ISIS en febrero del 2015, decisión para unos ecuménica, inclusiva, la sangre martirial rubrica la fe y sella la unidad, para otros gesto raro y decisión equivocada.

Podrán ser santos pero no son “mártires católicos” dice Donald P. McClarey.

Hay unos santos más santos que otros y unos mártires más mártires que otros.

Esta decisión, atrevimiento profético de Francisco, a ninguno de sus predecesores se le habría ocurrido y ni se habrían atrevido a hacerlo, a pesar de las numerosas críticas de los puristas, más preocupados por las palabras y las doctrinas que llenan tomos de libros muertos, que por las mil y una decisiones que los hombres toman cada día para ser fieles testigos del evangelio de Jesús, es una bendición para la Iglesia Católica que no sólo reconoce el testimonio de los mártires de otras Iglesias sino que los incluye en sus listas como verdaderos y santos mártires.

Nada santo, venga de donde venga, es importado ni me es ajeno.

Los puristas piensan que la unidad es cuestión de teología, de puntos y comas, los peros teológicos nada tienen que ver con los “pero Yo os digo” de Jesús. Dejémosles quemarse las pestañas en el escritorio.

La sangre derramada, confesión pública de la fe en Jesucristo, etiquetas aparte, es la que une, santifica y redime a la Iglesia, a las Iglesias, necesitada de purificación.

“Estos que están vestidos con vestiduras blancas quiénes son y de dónde han venido?
Estos son los que vienen de la gran tribulación. Han lavado y blanqueado sus vestiduras en la sangre del Cordero”. Ap 7

El encuentro terminó con el ritual preceptivo, el intercambio de reliquias. Tawadros II entregó a Francisco unas reliquias de primera clase de los 21 mártires y Francisco le entregó una reliquia de Santa Catalina, mártir de Alejandría.

La epacta del 2024 nos recordará el día 15 de febrero la fiesta de los “20 Mártires copto ortodoxos”, el 21 es un cristiano de Gana. Ignoro si será Memoria obligatoria o memoria libre.

La Iglesia copto-ortodoxa celebra la fiesta de los mártires de la era moderna el día 15 de febrero, día de su martirio.

Dicen, ojalá lo fuera y pronto, que Dietrich Bonhoeffer, pastor y teólogo luterano, mártir en Flossenburg, podría ser también incluido en el Martirologio Romano.

“Un Dios que nos permita probar su existencia, sería un ídolo”, afirmación más del pastor que del teólogo.