











|
¿Por
quién doblan las campanas?
Hoy
doblan PARA ti.
Mañana
doblarán POR ti.
Las
campanas han tocado a gloria, han tocado ha muerto, han tocado a rebato...y aún
siguen convocando al pueblo de Dios a la asamblea dominical.
Las
campanas de mi infancia eran el despertador, el telégrafo, el teléfono,el
Facebook y congregaban e informaban de todo lo que era importante y atañía a la
vida de la comunidad.
Hoy las
campanas no son protagonistas de nada.
Cuando
en un pueblo las campanas no tocan y la iglesia permanece cerrada 24/7 es hora
de certificar su defunción.
En un
pueblo de Soria cuyo nombre no quiero mencionar, el cura tuvo la feliz idea de
celebrar “El Funeral de la Parroquia”.
La
esquela del Funeral se publicó en el Heraldo Soria y se colgaron las consabidas
esquelas, junto a los más disparatados anuncios en los bares de la ciudad y del
pueblo.
Los
funerales, asunto más social que religioso, son celebraciones de lleno total.
Conocidos y extraño se encuentran y saludan. Estos encuentros son más
importantes que el difunto que los congrega.
Llegado
el día del Funeral de la Parroquia, hasta los antiguos y desapareacidos
feligreses acudieron en masa al show de las 12.
Delante
del altar se podía contemplar el enorme ataúd que el párroco había encargado a
la Funeraria Rubio.
El
párroco con entusiasmo pentecostal narró el pasado glorioso de la iglesia, el
ayer vibrante y hospitalario de la parroquia y de sus feligreses, y con lamentos
apocalípticos y lágrimas en los ojos dijo que había llegado el día de certificar
su defunción.
Al
final de la misa invitó les invitó a todos a rendir su último homenaje a la
parroquia, su parroquia, muerta.
Acercándose
al ataúd uno a uno, iban inclinándose ante el vacío ataúd. El fondo era un gran
espejo. En él se reflejaban las caras muertas de la parroquia muerta. Todos se
vieron retratados y sentenciados a muerte.
El
siguiente domingo celebraron la resurrección de la Parroquia y el siguiente y el
siguiente.
Las
campanas del pueblo, hoy, tocan las primeras, las segundas, las terceras y las
cuartas, son sólo toques de gloria.
Pero
nadie, ni el Papa Francisco ni el párroco, se libran de un bien, fantástico,
pero…
Las
campanas de los pueblos suenan tristes, pero no las de Pastriz, cuando caen dos
centímetros de nieve.
Hoy,
fue un día bautismal, blanco como la gracia y la bondad de Papá Dios.
|