|
Hoy, todos,
ricos y pobres, tenemos derecho a todo, pero los ricos comen caviar, el del
esturión, y los pobres comen el caviar de los pobres, el de las lentejas, los
ricos comen angulas y los pobres comen gulas... para eso se han multiplicado los
seudoproductos para soñar la igualdad.
Hoy,
todos tenemos derecho a la fiesta incluida la Fiesta de la Navidad, pero una
Navidad light, con edulcorante y con mucha anestesia. La Navidad ese producto
universal, low fat, apto para todos, se puede consumir preferentemente sin Fe,
la mucha o la poca Fe adultera el producto.
Navidad,
¿con memoria o sin memoria?
La
Memoria ha sido secuestrada por la tecnología, nadie pagará un rescate para
liberarla y devolverla al país de los vivientes. Nadie llora su ausencia. Todos
elogian su desaparición.
El
mundo de los negocios maldice el outsourcing porque los puestos de trabajo
emigran al tercer mundo y los dineros se almacenan en los tax havens. Los
políticos se lamentan mientras redactan el Bring Jobs Home Act.
La
Memoria ha sufrido también su outsourcing. Encarcelada en Wikipedia, ¿quién la
necesita?
Google
y esos gadgets cada día más numerosos, más sofisticados y más capaces almacenan
todo el pasado, su Memoria recoge todos los excrementos producidos por la mente
humana, y hasta presumen de tamaño y de predecir el futuro.
La
sociedad neopagana en la que vivimos, maravilloso presente, carpe diem
dionisíaco, ni hace memoria ni la necesita. La Navidad, como todos los grandes
acontecimientos de la humanidad, descansa en su cárcel sin muros, virtual, tan
virtual que se hace evanescente.
La
Navidad Navidad se asoma de puntillas en los templos en los que lucen más los
decorados, las poinsettias rojas y las luces que el silencio y el asombro ante
el Misterio Misterio. La Misa de Gallo, Midnight Mass, esa cosa tan anticuada ya
no se lleva, ya nadie saca entrada, es muy tarde para los seniors, esos
maravillosos y fieles espectadores que Dios bendiga y premie.
No hay
Navidad, pero sí hay navidad, las luces de la ciudad así lo cuentan, los
Villancicos Tradicionales también lo cantan y se envían christmas con textos
tomados prestados de Wikipedia, la originalidad se la otorgamos a Google, los
hombres se contentan con cumplir el rito superficial de enviarlos en sobres de
colores, pero las nuevas generaciones religiosamente desencantadas y
culturalmente enfangadas en las nuevas armas de distracción masiva, “la cizaña
quiere llamarse trigo”, ya ni siquiera toman el nombre de Dios en vano, no sólo
saben que no existe sino que hacen apología de su no-existencia.
La
navidad sin Fe tiene sus efectos secundarios: gastos exagerados, cenas y tregua
de hostilidades con los compañeros de trabajo, saludos a los enemigos y abrazos
a los amigos, se felicitan unas fiestas sin memoria y sin protagonista. Todo muy
aséptico para evitar contagios.
|