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Limpieza Primaveral

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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(Miércoles en la Avd Palafox nº 2, de 5 a 8 P:M.)

En mis paseos por los caminos y campos de Pastriz, admirado y sorprendido, observo la Limpieza Primaveral.

Grandes nubes de humo se elevan al cielo y dejan un fuerte olor a hierbajos y cañas quemadas. Veo ribazos limpios, acequias vacías, tajaderas nuevas de color azul celeste...es la Limpieza Primaveral.

Ayer, pasado el Camino de Matamala, saludé a dos jovenzanos, equipados con mochilas y quemadores, que se divertían quemando las cañas de un ribazo.

Mucho que quemar, ¿verdad?, les grité.
Mucho. Reían mientras se preguntaban por mi identidad.
¿Y ese otro ribazo no lo quemáis?
No es mío, contestó el más joven. Que lo queme su dueño.

LA LIMPIEZA PRIMAVERAL, Spring Cleanining, afecta no sólo a los campos de Pastriz sino a todos los campos de la vida personal y colectiva, individual y social.

El sabio sólo sabe que no sabe nada.
El necio cree que lo sabe todo.
El santo sabe que es un pecador y confiesa sus pecados con frecuencia.
El pecador se cree santo y nunca se confiesa.

¿Se acuerdan de aquello que aprendimos en el Catecismo cuando España era Católica y Romana?

“Confesar y comulgar, al menos, una vez al año”.

El listón estaba bien bajo, tan bajo que ha desaparecido y con él ha desapareciddo hasta la palabra pecado. El Sacramento del Perdón, de la Reconciliación, de la Alegría está casi en desuso.

El pueblo de Dios, los seguidores de Jesús, estamos viviendo el Calendario Cuaresmal. Comenzamos con la cruz de ceniza y a lo largo de esta cuarentena la Palabra de Dios nos exhorta, a tiempo y a destiempo, a la LIMPIEZA PRIMAVERAL.

Nuestra META es la PASCUA y tenemos que purificarnos para llegar limpios y llenar nuestra acequia con la alegría, la gracia y los Aleluyas de la Victoria Pascual.

Los hombres de hoy hemos perdido el miedo a la muerte, última estulpidez que cometemos, hemos perdido el miedo al infierno, coco infantil para asustarnos, y son muchos los que ya no se apuntan a un insípido cielo.

Vacunados contra las realidades del Espíritu, sufrimos los efectos secundarios de la vacuna.

“Yo os exhorto a que permanezcáis fieles al sentido de la tierra, y nunca prestéis fe a quienes os hablen de esperanzas ultraterrenas”, dice el filósofo.

Nosotros con la ayuda de Dios, queremos hacer LIMPIEZA PRIMAVERAL. Confesaremos con vergüenza y humildad nuestros pecados.

Para ir al burdel se necesita poca vergüenza, para humillarse ante Dios se necesitan muchos h..v.s