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LA
NAVIDAD siempre ha sido normal. Las navidades siempre han sido anormales.
LA
NAVIDAD, la Primera, la que no tiene nada de made-man, la que no tuvo testigos,
en la que nadie cantó villancicos ni hubo regalos, la que no se celebró hasta el
siglo IV, fue tan normal que el evangelista Marcos no quiso hacer literatura de
algo que desconocía por completo.
Mateo y Lucas, más bíblicos y más literatos, elaboraron la alta literatura que
nosotros, los clérigos y los laicos, comentamos y embellecemos y contaminamos,
generación tras generación, como si hubiéramos sido testigos oculares en la sala
de partos.
La
ignorancia da alas a la imaginación de los hombres para que la imaginen a su
manera y de tanto engrandecerla le han robado el asombroso encanto de su
pequeñez.
El
nacimiento de Jesús, como el de cualquier niño, siguió el guión normal, el de
siempre.
La
versión teológica de LA NAVIDAD, acontecimiento divino y cósmico, celebra la
entrada del Dios eterno en el torbellino del tiempo y de la historia.
Dios se hizo carne en la persona de Jesús de Nazaret y plantó su tienda en medio
del abigarrado y siempre turbulento campamento de los hombres.
Un
estudiante, en la catequesis semanal, preguntó a su Rabino: “En los tiempos
antiguos hubo personas que vieron el rostro de Dios. ¿Porque ya no pueden
verlo?”
“Porque hoy nadie puede abajarse tanto”, le contestó el Rabino. “Because
nowadays no one can stoop that low”.
Dios
inventó este guión de la Primera NAVIDAD para salvarnos y hacernos partícipes de
su divinidad, pero podía haber elegido otro guión menos humillante y más
triunfante.
LA
NAVIDAD 2020, gracias a Mr. Coronavairus, va a recuperar el tufillo de la
Primera NAVIDAD.
Sin las
trompas del órgano, sin los villancicos con letras tontas y su zambomba, sin las
cenas hacinadas y pantagruélicas, sin las sobremesas interminables, sin las
visitas protocolarias al abuelito olvidado de Ptz, y sin la Misa de Gallo,
Midnight Mass...recordaremos y celebraremos La Primera NAVIDAD con más paz, más
silencio y más en el interior del alma que en la superficialidad de lo externo y
decorativo.
¿Podemos
permitirnos el lujo de ignorar a Jesús esta NAVIDAD?
Para
eso se han inventado las navidades secularizadas, sin niño, sin misterio, con
arbolitos de oro o de plástico y con las avenidas iluminadas, aptas para todos
los públicos. navidades paganas, válidas para cualquier país, cultura, religión
y lengua.
No
celebran el poder que viene de lo Alto sino el poder de MasterCard.
LA
NAVIDAD es la historia de lo imposible hecho posible por el Amor, engendrador de
vida, el Amor sin medida nace en NAVIDAD.
CHRIST
IS CHRISTMAS.
Todos
sabemos cómo son las navidades, ¿pero se imaginan ustedes cómo sería LA NAVIDAD
si desaparecieran ”las navidades”?
Pongamos
en las navidades 2020 una pequeña dosis de LA NAVIDAD.
P.S.
Este 2020, año de la Covid 19, año de la distancia social, año sin besos, sin
abrazos y sin apretones de manos, es el año perfecto para los alérgicos a los
pequeños afectos.
Jesús,
no te enfades, sé que echarás en falta los tres besos rituales de tus seguidores
durante este tiempo de LA NAVIDAD, pero no su adoración.
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