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Humanidad vs Animalidad

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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El bando de la gobernadora de NYC no sólo fue oído por los humanos sino también por los animales. Estos, dóciles y obedientes, los días 6 y 7 de junio de 2023, obediencia debida a la autoridad, se quedaron en casa.

El olor a leña quemada, las cenizas y los humos canadienses, enemigos del cuerpo y del alma, sudario que cubrió el azul del cielo, obligaron a los perros y a todos los animales a los que la gobernadora puso nuevos nombres, a hacer aguas menores y mayores en el orinal de casa.

Confinamiento cruel de la autoridad poco o nada maternal.

Los humanos, atrevidos y desobedientes, cumplimos con nuestra rutina matinal; recorrimos el Hudson River Park, tan limpio, tan hermoso y tan fresco a orillas del gran río, ajenos a los humos y consejos de la autoridad.

La verdad es que los perros, omnipresentes en la sociedad, han conseguido, no por sus méritos sino para curar la soledad de los humanos, un protagonismo insolente y desmesurado.

He visto a los perros en el bar beber su gran vaso de agua.

He visto a un perro, trajeado, sentado en su silla en la oficina junto a su dueño, obligado a aguantar 8 horas sin bostezar y sin ladrar.

He visto a un perro en la iglesia, sólo le ha faltado santiguarse y arrodillarse a la hora de la consagración.

He visto un perro cagar con toda seriedad en el subway, en el metro, y nadie se ha indignado. Cosas inevitables y perdonables de la naturaleza.

He visto perros paseados en brazos con cariño más que maternal.

He visto, curiosidad malsana, bodas y divorcios de perros, con ministro incluido, en Tompkins Square Park.

He visto perros con su QR, nuevo continente, genealogía completa.

Me cuenta una señora, amante de su perro, amor de doble dirección, que su perro está circuncidado y veterinariamente capado.

La animalidad eliminada, crueldad de crueldades, privar a los perros del derecho y necesidad de aparearse y de procrear es crueldad hitleriana. No tiene nada que ver con el Edén descrito por el profeta Isaías, “habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbara con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos y un muchacho será su pastor”.

He visitado el Bronx Zoo, los animales reducidos a cuadros de museo, nos sirven para hacernos un selfie junto a un Oso Panda o una jirafa elongada…

Bien pensado, el Arca de Noé fue el primer Zoo inhumano organizado por la humanidad.

Ningún animal ha sido creado para vivir en un zoo, en una jaula, en un piso de 60 metros ni para lucir zapatos de charol y ser conducidos con una cadena de plata.

La humanidad, bestia cruel, ignora todas las leyes, la guerra de Ucrania nos lo recuerda día tras día, ha olvidado su responsabilidad de respetar y considerar la vida de todo ser humano , todos dignos e iguales, todos como “imagen de Dios”.

Dejemos que la animalidad, la naturaleza tiene sus leyes, que los animales dotados de instintos y sabiduría vivan según sus leyes, ni les sirven ni necesitan las nuestras.

“Y dijo Dios: Mirad, Todos los animales de la tierra y todas las aves del cielo os temerán y respetarán. Todo lo que respira y se mueve os servirá de alimento, os lo entrego todo, lo mismo que los vegetales”.

El hombre es dueño y servidor de la creación, pero no esclavo de la creación.