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“Le
XXI siècle sera spirituel ou ne sera pas”.
Cita
tan famosa que tiene distintas versiones: “será espiritual, será religioso, será
místico”...y tiene distintos autores.
El
periodista André Frossard escribió en Le Point en junio 5, 1993, que su autor es
André Malraux y que la frase original, la que salió de su boca, la que él
escuchó, fue: “Le XXI siècle sera mystique ou ne sera pas”.
Este
aforismo ha creado escuela y ha producido otros muchos.
“El pensamiento será revolucionario o no será”.
“La belleza será convulsiva o no será”.
La
Escuela Católica será cien por cien libre o no será, digo yo.
Las
citas tienen vida propia, viajan por el mundo, son calderilla en los bolsillos
de los sabios y de los snobs. Con citas eruditas no compras nada, pero te
aureolas un poco.
San
Agustín escribió aquella frase redonda y tumbativa: “Dios que te creó sin ti, no
te salvará sin ti”. Agustín, perdóname, pero mi versión es más verdadera y más
optimista: Dios que me creó sin mi, me salvará a pesar de mi. Agustín, ¿qué
serías tú sin la misericordia de Dios? Una triste escayola en un iglesia de
Agustinos.
La
famosa cita sobre el siglo XXI, hoy ya no tiene autor, no hay que pagar
royalties y todos la podemos adulterar, lo hizo Juan Pablo II, Karl Rahner y yo.
Hoy es una ingeniosa boutade, nada más. El siglo XXI no sólo no es místico sino
que no quedan místicos, en el Vaticano sólo quedan muchos Bertonis, en las
Congregaciones Religiosas sólo queda la preocupación por la economía que no por
la mística y en Ávila y en Santa María de Huerta sólo quedan los místicos de
ayer. Hoy la mística es el narcisismo del Yo, religión de la juventud, el selfi
ante la puerta de la catedral.
En
nuestro mundo hay más mística atea que religiosa.
Hoy
sólo hay Ex, mi ex-alumno, mi Ex-Católico. La Escuela Católica es una fábrica de
Ex.
Francisco
ha llenado periódicos, pero no ha llenado iglesias. La hemorragia es tan grande
que no hay quien la contenga. La Iglesia se desangra por los cuatro costados,
sólo crece el número de los Ex-Católicos.
De la
cárcel se quiere salir, pero no se quiere volver. Muchos Ex se sienten
liberados, vivieron la religión como yugo opresor y ahora no quieren uncirse a
un yugo liberador.
Dicen
que vamos hacia una sociedad post-cristiana. No vamos, ya estamos instalados en
una sociedad post-cristiana. En medio de la Gran Crisis, yo soy optimista a
pesar de que cada día saludo a un nuevo Ex-Católico.
El
profesor Stephen Bullivant de ST Mary’s University in London, en una encuesta
dirigida a los jóvenes de 16 a 30 años ha constatado que el 91% de los jóvenes
de la República checa dicen no tener ninguna filiación religiosa.
¿Es
posible que toda una generación de jóvenes no sólo no tenga una etiqueta
religiosa que colgarse sino que no tenga un vocabulario mínimo religioso? ¿Dios,
Cristo, Decálogo, Iglesia, templo, Buda, Mahoma, Amor…? Nothing, Rien, Nada.Toda
su sabiduría vital cabe en un tuit con todo minúsculas.
Estonia,
Suecia, Holanda, Dinamarca rozan el 80%. ¿Y España? España no es la excepción,
el 60% de los jóvenes no van nunca a misa y no rezan nunca, a pesar de que más
de dos millones de jóvenes de esas edades frecuentan la Escuela Católica,
escuelas de curas y de monjas, están bautizados, comulgados y confirmados, pero
es que los servicios de esas sucursales son impuestos, horas lectivas, menú que
hay que consumir aunque después lo vomites y en el hogar, agencia principal, no
existe el menú religioso.
El
fenómeno nuevo, me asusta, me duele, es que mañana ya no hablaremos de
Ex-Católicos porque ya no se hacen católicos, los niños ya no se bautizan, los
padres no pasan la identidad religiosa a sus hijos. Crecen sin ninguna filiación
religiosa, sin identidad, sin una historia.
Nothing.
Rien. Nada.
Moisés
en el libro del Éxodo no habla a su pueblo de libertad ni de la tierra, le habla
de educación. “Y cuando el día de mañana tu hijo te pregunte: ¿Qué significa
esto?, le responderás: Con mano fuerte nos sacó el Señor de Egipto”. Ex 13,14
Los irlandeses y los polacos, de momento, parecen estar menos contaminados, pero
el gusano ya está dentro de la manzana.
La
religión y las religiones se pueden renovar, se pueden reproducir y disfrazar
con ropajes nuevos y hasta, como los grandes imperios, pueden desaparecer, pero
Dios, el que es, el que era y el que ha de venir, el fundamento del ser, no
pasará.
El
siglo XXI, místico o laico, es de Dios y cuanto más laico más de Dios.
Que los
Ex me sigan asaeteando como a San Sebastián, yo también soy un Ex de la religión
pero no de la Religión.
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