Epifanías en el Camino

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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Durante años, visita tras visita, los médicos de cabecera, los de los Ambulatorios gratuitos, te dan consejos inocuos, no se salen del guión, no te sorprenden, siempre te recitan las mismas pastillas rosas, azules o blancas y te piden, con más pasión que un cura, que dejes de fumar y, por encima de todo, la virtud consumada, cálcese unas Adidas o unas Nike and just do it, a caminar.

Yo me tomo las pastillas con la fe del carbonero, son mi viático diario y sanador.

Constato, en este mundo pagano en que vivo, que la gente sólo tiene fe-fe en las pastillas. La fe en las devociones tradicionales, estampas y amuletos, no se receta en los Ambulatorios, sólo se oculta en las sayas de las bisabuelas centenarias. Todos los remedios para aliviar cualquier carencia vital tienen un nombre nuevo dado por Pfizer, Merck, Bayer…

Mis amigos se sorprendieron de que yo aceptara hospedaje en una Residencia de Mayores, todo parecía anormal, jubilación total, silencio total, descarte total, Praise the Lord, God writes straight with crooked lines… El Espíritu Santo, mi coach personal, sabe que es lo que yo necesito, con algunas pequeñas gratuidades y concesiones.

Los consejos de los médicos de los Ambulatorios se han convertido en mandamientos sinaíticos. Dejé de fumar y ahora me calzo diariamente las Adidas y después, manos en alto y ojos al cielo, improviso mi Introibo ritual.

No sé cómo ha sido, pero en estos tiempos de laicismo oficial y de paganismo institucionalizado, si un día no me pongo las Adidas, calzado sagrado, me siento tan culpable que necesito visitar el confesionario.

Algunas adicciones siempre han existido. En cuestión de vicios, nada nuevo bajo el sol.

Noé fue el primer alcoholic y el programa de los “12 Pasos” lo curó y sigue curando a todos los Noés que a él se someten.

Los Nefilim del Génesis fueron los primeros sexaholics. Si eliminamos los “eunucos”, todos los seres humanos tienen grados, la gama es muy extensa, de adicción al sexo.

Pantagruel fue un estrambótico foodaholic. La gula, en los conventos, siempre ha sido un pecado venial.

Adán fue el primer workaholic y nos transmitió el gen del trabajo. Hoy se ofrecen terapias para desintoxicarse de semejante adicción.

¿Y los pornaholics? Pregunten a los chicos de 12,13...años.

Sólo los WALKAHOLICS, los caminantes, los adictos al camino son libres de las adicciones clásicas y libres para respirar, “inagotados y no descubiertos continúan siendo para mí el hombre y la tierra del hombre”.

Yo confieso que las mejores y más diáfanas Epifanías, esos aha moments, las he tenido en los caminos solitarios sin dos para compañía y tres para multitud.

Voy recitando versos de Machado: “En el corazón tenía la espina de una pasión. Logré arrancármela un día, ya no siento el corazón”; o recitando versículos del Apocalipsis: “Ven que te muestre la Gran Prostituta, la que se asienta sobre muchas aguas, con la que han fornicado los reyes de la tierra y”...; o recordando los 13 Principios de la Fe de Maimónides; o escribiendo artículos y sermones para alimentar mi think tank.

Estoy en proceso de convertirme en un walkaholic, no por prescripción de los médicos del Ambulatorio para mitigar mi cada vez más acentuada diabetes sino por sus virtudes terapéuticas contra la ansiedad, el miedo al más allá y el miedo al más acá, los malos pensamientos y los peores deseos de la erótica, para leer e interpretar los graffitis que decoran poderosamente con sus colores y letras descomunales la ciudad, para contemplar la ropa tendida en los balcones y para superar los pequeños desfallecimientos, bajadas de glucosa, hasta estos sustos se transforman en verdaderas epifanías.

“En última instancia uno no tiene vivencias más que de sí mismo”.

P.S. Un resobrino de 9 años, con el que paseé por las calles de Madrid durante estas fiestas, crueldad o juego infantil, me hacía leer las matrículas de los coches. El jugaba con los números. Los multiplicaba o restaba y con las letras formaba nombres imposibles.

2929 BNZ Benzema
3724 BRW tres por siete 24 Broadway
0123 FJT matrícula perfecta Félix Jiménez Tutor

Yo aún sigo leyendo matrículas e inventando nombres.

Todas las adicciones, de las religiosas, hoy, no toca hablar, son venenosas, sólo se salva la adicción al camino.

Epifanías humanas y religiosas, epifanías de todos los colores, la vida vivida como epifanía, y vivir en una Residencia de la Cuarta Edad es sacar boleto para anticipar la Gran Epifanía.