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Comparar
al Presidente Obama con cualquier Presidente europeo es comparar el Everest con
el Monte Toranzo de Noviercas.
Los
grandes hombres, - " no hay recuerdo de los antiguos, como tampoco de los
venideros quedará memoria en los que después vendrán" Eclesiastsés 1,11,- si
pasan a la posteridad y si son recordados es más por sus elocuentes discursos
que por sus gestas humanitarias o espaciales
Los
discursos de Lincoln, Kennedy y Churchill son evangelios laicos que, gravados en
piedra, proclamamos en múltiples ocasiones. Y el “I Have a Dream” de M. L. King
es un texto que deberíamos incluir en la Biblia a continuación de los profetas.
La
palabra tiene más poder que toda la fuerza bruta de los animales.
La
palabra, para bendecir o maldecir para orar o perdonar, es el gran de Dios.
Obama,
presidente gracias al poder de la palabra, es mucho más que el Comandante en
Jefe de Estados Unidos, en ocasiones, ejerce de pastor y como cualquier
Reverendo sube al púlpito de la Emanuel AME Church de Charleston y enciende al
público con su palabra.
Nuestros
pobres y pusilánimes presidentes viven de lugares comunes, tan comunes, que más
que olvidados son despreciados. Hacer alarde de una dimensión más que humana les
resulta tan fuera de lugar que no tienen a nadie a quien invocar, no nombres
propios salen de sus bocas.
Los
pastores de las Black Churches son mucho más que líderes religiosos, son también
líderes sociales y políticos. Conservan la vena de los profetas del Antiguo
Testamento y el fuego del espíritu que todo lo incendia.
Comparar
un predicador negro con un predicador blanco es comparar el Everest con el Monte
Toranzo de Noviercas. Los predicadores blancos, ocultos detrás de un folio,
tenemos miedo al auditorio que nos aguanta con menos interés que los alumnos de
la ESO al profesor de religión.
Obama
el día 26 de junio subió al púlpito de la Emanuel Church, en palabras del
Presidente esa iglesia “es mucho más que una iglesia, es un lugar de culto que
fue fundado por los afroamericanos que buscaban la libertad y es un lugar
sagrado en la historia de Charleston y de América” y toda la asamblea vibró con
el calambre de la palabra.
Obama
conoce la Escritura y predica con tanto fuego y convicción que todos vibran,
corean, aplauden, gritan sus Amens, y alaban a Dios. Todos en la misma página,
todos aludidos, todos incluidos, todos celebrados.
Via
Internet visioné su eulogy para honrar y despedir al Reverendo Clementa Pinckney,
pastor y senador, asesinado con otros ocho campañeros en la iglesia mientras
oraban y estudiaban la Biblia.
“Toda
la semana, decía Obama, he estado reflexionando sobre esta idea de la gracia. La
gracia de las familias que perdieron seres queridos. La gracia sobre la que el
Reverendo Pinckney predicaba en sus sermones. La gracia descrita en uno de mis
himnos favoritos que todos conocemos: Amazing Grace.
“Amazing
grace, que dulce el sonido que salvó a un miserable como yo. Una vez estuve
perdido, pero ahora estoy encontrado, era ciego , pero ahora veo”.
"Según
la tradición cristiana, la gracia no se gana. La gracia no se amerita. No es
algo que nosotros merezcamos. Más bien la gracia es el don de Dios gratuito y
generoso como se manifiesta en la salvación de los pecadores y lluvia de
bendiciones. Gracia.
Como
nación, a causa de esta terrible tragedia, Dios ha derramado gracia sobre
nosotros porque nos ha permitido ver cuando hemos sido ciegos.
Terminado
el sermón, dos veces muy pausadamente dijo: Gracia. Gracia. Y entonó el himno
más popular de la liturgia de todas las iglesias cristianas. Amazing Grace.
De pie,
la asamblea entre risas, lágrimas y aplausos acompañó a su nuevo pastor.
Y
terminó con esta hermosa letanía:
"Clementa Pinckney encontró esa
gracia.
Cynthia Hurd encontró esa gracia.
Susie Jackson encontró esa gracia.
Uno tras otro,Todos fueron nombrados.
Ojalá nosotros seamos dignos de ese
don precioso y extraordinario, mientras vivimos.
Ojalá la gracia ahora los conduzca a
casa.
Ojalá Dios continúe derramando su
gracia sobre los Estados Unidos de América".
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