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El Eslabón Roto

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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En la Europa Católica y en España, la gente, agnósticos, ateos y los desenganchados de todo, me repiten cansinamente la misma cantinela, “no soy practicante”.

Sólo van a la iglesia el día que los llevan a hombros.

Hoy, gracias a Mr. Coronavairus, ya tenemos a quien echar la culpa, muchos de estos hombres buenos, no son llevados a la iglesia a hombros, van directamente al horno de la incineración sin un Padre Nuestro y estos “no practicantes” se ahorran los Euros de una tumba y un funeral.

Hoy, triste y dolorosa realidad, los niños y los jóvenes me repiten un nuevo estribillo, “no soy católico, no estoy bautizado”.

Se ha roto un eslabón. La cadena de la trasmisión de la fe, abuelos, padres, hijos...se ha roto.

Los niños y los jóvenes de hoy heredarán campos de alfalfa, casas, negocios y la cartilla de Ibercaja o del BBVA, venderán la Torre de los Frailes y el Bar del abuelo lo traspasaran a los chinos.

Los abuelos y los padres de los jóvenes pertenecen a una generación monocultural. Bautizados, no pasaron la antorcha de la fe, delegaron su responsabilidad en otras agencias y lo que los mayores, hoy, echan en falta no sirve de nada a esta generación adicta a las redes sociales, generación multicultural, multirracial, multilingüe y multirreligiosa.

Los mayores, calladamente, sin estridencias, resignadamente, aceptan el estilo de vida de sus hijos. Se emancipan y amanceban, no questions asked.

Los jóvenes no han renunciado a una herencia religiosa, tal vez, nunca la recibieron.

El cambio climático de la Religión vacía iglesias, vacía conventos, vacía seminarios y vacía familias. “Tener un hijo es un lujo que no me puedo permitir”, confiesan muchas parejas de Okupas.

Sólo se llenan las residencias de mayores.

¿
Qué hará esta generación descreída con el riquísimo patrimonio arquitectónico que heredará?

Las iglesias se convertirán en salas de conciertos, en discotecas, en museos o en viviendas y las grandiosas catedrales ofrecerán visitas guiadas a los turistas ignorantes que tienen ojos para ver la superficie, pero no el tesoro interior, que tienen oídos, pero no oirán las voces del pasado.

¿
Herencia dilapidada?

Siempre quedará “un resto”, “pequeño rebaño” lo llama Jesús de Nazaret que, en fidelidad, mantendrá viva la llama de la fe, vivirá la pequeña esperanza y, al margen de los números, servirá al Tú solo Santo sin preocuparse de “Make the Church Great Again”. Su nuevo eslogan rezará, “Make the Church Little Again”.

Pandemias vendrán, nadie esperaba esta, que humillarán a la humanidad descreída.

La canción de los jóvenes americanos tiene un estribillo diferente, “No pertenezco a una religión organizada. I am spiritual but nor religious”. SBNR’s. Soy espiritual pero no religioso.

Suena más elegante, más refinado, más pensado que el “no soy practicante”, es decir, nada.

Son jóvenes abiertos al misterio, lo divino les fascina y no han cortado el cordón umbilical que les une al Ser Supremo, a Dios, al que han expulsado del jardín del Edén y esperan su regreso.

Su inclinación y necesidad de espiritualidad, sufren el síndrome de deficiencia comunitaria, no la puede satisfacer la institucion religiosa. Todo lo organizado es castrador.

Desilusionados con la Iglesia Oficial, conectan con el mundo espiritual sin necesidad de una comunidad de fe o de una Iglesia Organizada.

¿
Por qué el pueblo judío, el pueblo más perseguido, más martirizado, más exiliado, no ha desaparecido? Pregunta que muchos nos hacemos y que sólo ellos, los judíos, saben responder.

Ser judío”, decía un profesor respondiendo a la pregunta, “es tener bisnietos judíos”. La cadena de la trasmisión de la herencia cultural, espiritual y lingüistica funciona. No se ha roto el eslabón. •Mis bisnietos son judíos”.

El mandamiento de educar y pasar el legado de la fe de padres a hijos, Deuteronomio 6,7, se sigue cumpliendo y garantiza la supervivencia.

Para los judíos era más valioso ser un ben Torah que ser un oro olímpico.