Dirty Talk Vs Holy Talk

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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En un pasado lejanísimo, los niños oíamos decir: "ese jura más que un carretero", expresión hoy en desuso e incomprensible para los menores de cincuenta años.

Los carreteros, ante las rugosidades del camino y la impotencia de sus jumentos, soltaban unas letanías blasfemas contra Dios, contra su nombre, contra su morada y contra todos los que la habitan.

Los carreteros ya no existen, pero el lenguaje sucio, soez y obsceno sí existe.

Soltar cuatro tacos y cuatro palabrotas sonoras para ventilar el alma cuando uno está en estado de shock o ante una tragedia o un desprecio ha sido y sigue siendo liberador. Soltar cuatro bombas lingüísticas y desahogarse verbalmente es más liberador que una nocturna masturbación.

Viví con un cura escolapio, siempre muy callado y muy educado él, que un par de veces al año nos regalaba un monólogo soez y obsceno. Durante cinco minutos, siempre a la hora del postre, lo escuchábamos en silencio como si estuviéramos ante el séptimo ángel que iba a derramar al viento la séptima copa de la ira de Dios. Terminado el monólogo apocalíptico pronunciado por el falso profeta seguíamos comiendo una manzana mientras rumiábamos la oratoria profana, liberación, para él, más que necesaria.

¿Se habla hoy peor que ayer? El dirty talk, el lenguaje sucio es propiedad de los hombres, el lenguaje santo, HolyTalk, es propiedad de Dios.

Mis oídos siguen oyendo el dirty talk hoy como ayer. Lo que sí he constatado es que lo que ayer era un fenómeno de carreteros, hoy todos, incluidos los niños, son carreteros. En la calle he escuchado a niños de quinto o sexto de primaria decir a sus madres a gritos: “por mis cojones no lo haré, no iré”. Su seriedad y su energía me estremecían. Me parecía escuchar al ángel exterminador. Los niños de ayer ciertamente no éramos carreteros. En los patios de los colegios se lanzan más bombas lingüísticas que balonazos.

¿Y las mujeres? Ahora ya son carreteros/as.

¿Es la maldición del lenguaje la nueva normalidad? La sociedad no sólo tolera el asalto al lenguaje sino que lo aplaude y en el ámbito público, en el congreso, se usa y se nos enseña.

Según Maimónides sólo existe una lengua, la lengua Hebrea, que es santa y la prueba es que el Hebreo no tiene palabras para nombrar los genitales. El lenguaje sucio, dirty talk, siempre se asocia con la sexualidad, el sexo y los genitales.

“Cuando en el principio Dios creó el cielo y la tierra” leemos en el Génesis Dios habló en Hebreo, HolyTalk, la única lengua santa.

“Yo tengo también una razón y un motivo para llamar a vuestra lengua, la lengua santa. No piensen que es una exageración o un error por mi parte, es perfectamente correcto, la lengua Hebrea no tiene una palabra específica para nombrar el órgano de la procreación de los hombres ni de las mujeres ni siquiera para el acto de la procreación, ni para semen, ni para secreción. El Hebreo no tiene palabras para esas realidades y sólo las describe en lenguaje figurado y por alusiones para darnos a entender que estas cosas no deben ser mencionadas y por lo tanto no deben tener nombres. Ante ellas sólo cabe el silencio” .

 

Maimónides