xº

8,5 Euros

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio.....

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Toda la comunidad de Israel empezó a murmurar contra Moisés y Aarón en el desierto. Los israelitas les decían: “Ojalá hubiéramos muerto a manos de Yahvé en la tierra de Egipto cuando nos sentábamos junto a las ollas de carne, cuando comíamos pan hasta hartarnos. Vosotros nos habéis traído a este desierto para matarnos de hambre”. Ex16,2-3

“Ahora tenemos el alma seca.No hay de nada. Nuestros ojos no ven más que maná”.Nm 11,6

Quejas, lamentos, letanía de lágrimas, gritos de rebeldía, elegía del hambre, peregrinación por el desierto del pueblo de Israel. Ni vegetarianos ni carnívoros, caravana del hambre.

Dios, su gran Jefe, fue el blanco de sus iras y blasfemias y Moisés, su pequeño jefe, harto de escuchar día tras día la misma cantinela, ”NOS MATÁIS DE HAMBRE”, presentó su dimisión al gran Jefe.

La dieta bíblica de los judíos no les permite degustar el filet mignon, (Génesis 32, 33) no me extraña que teniendo barra libre en el sexo matrimonial, viban obsesionados por la comida, por los alimentos, por tener una casa estrictamente kosher.

La mesa, à table, dinner is ready, es el ámbito de la familia, de la intimidad. El comedor nos reúne tres veces al día, ahí comentamos lo santo y lo trivial y los chismes de los vecinos, los niños gritan, al abuelo se le pone el babero…

En los comedores de todas las instituciones ya sean escolares, de hospitales, de internados, o de tabernas…tema obligado de conversación es la calidad de la comida y del servicio y hasta te invitan a opinar y a calificarlos en su página web.

El punto débil de la Residencia de Mayores, Betania, es también la comida.

Yo nunca me he quejado de la comida. Ahora, residente en Betania, digo que lo mejor de la Residencia es la limpieza y lo peor es la comida. Oigo más quejas, antes de la comida, durante la comida y después de la comida, que las que leo en el libro de los Números.

Ahora que sé que con 8,50 EUROS nos tienen que dar de desayunar, de comer y de cenar he dejado de quejarme. Si un pincho de tortilla y un cortado cuestan 3 Euros, ¿qué se puede comprar con 8,50 EUROS?

El problema no está en la dirección de Betania ni en la cocina, con ese presupuesto, ni la nueva cocina ni la tradicional, pueden hacer milagros.

Con 8,50 EUROS la cantidad tiene que ser escasa, la variedad limitada, la calidad de tercera, la botella de vino de 750 ml. de 99 céntimos, los pescados superabundantes cuyos nombres no los conoce ni Google, el servicio parsimonioso…

La palabra steak nunca aparece en el menú y a ejemplo de los judíos nuestra dieta, borrajas y acelgas, hierbas amargas, es más judía que mediterránea, en fin condenados a no degustar un filet mignon.

El Chef, bendito él, nos invita a reuniones y a llenar el buzón de sugerencias para optimizar su ímprobo trabajo.

Mientras vivamos bajo el imperio de los 8,50 EUROS no dejaremos de comer, sobreviviremos, pero tampoco, aunque no sirva de nada, dejaremos de quejarnos.

ISAÍAS, gracias, tú nos garantizas un futuro espléndido, lo soñamos contigo y nos enseñas que las promesas de Dios se cumplen y rebasan todas nuestras expectativas.
Tu no eres un Dios de todo a 8,50.

“Preparará el Señor del universo para TODOS los pueblos, en este monte santo, un festín de manjares suculentos, un festín de vinos de solera, manjares exquisitos, vinos refinados.” Isaías 25,6