LA TUMBA PERDIDA DE JESÚS

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

¿Semana Santa o Spring Break? ¿Tiempo de conectar con el totalmente Otro o de flirtear por playas lejanas?

Si James Cameron, realizador de Titanic, tiene razón y ha encontrado "La tumba perdida de Jesús" yo me apunto al Spring Break y al desarreglo de todos los sentidos de Rimbaud y a los alimentos terrestres de Gide y a las playas lejanas.

Los americanos del Bible Belt son puritanos y conservadores y los de Hollywood son descreídos y conspiradores. Éstos por amor al allmighty dollar y por atizar la morbosa curiosidad humana pueden inventar el infierno sobre ruedas y encontrar arcas y tumbas perdidas.

Dicen que la cosa empezó en 1980 cuando en Talpiot se encontraron diez osarios. Seis tienen grabadas inscripciones con nombres que coinciden con algunos del Nuevo Testamento. Yeshua bar Yehosef, arameo para Jesús hijo de José. Y suma el nombre de su esposa y de sus hijos.

Amos Kloner primer arqueólogo de estas excavaciones escribió un informe en 1996 y no se le ocurrió afirmar que estuviéramos ante la tumba de la familia de Jesús. Hoy dice que esto es una gran historia para la televisión pero no para reescribir la historia de Jesús.

Al margen de las disputas eruditas entre cineastas, expertos, arqueólogos y teólogos, el hecho es que Jesús de Nazaret, el judío marginal, es relevante todavía hoy en el mundo.

Millones y millones de personas tienen una relación personal o simplemente cultural con Él.

Su mensaje es más que una ideología, es un estilo de vida.

Su seguimiento tiene mil traducciones prácticas.

El tiempo no ha podido con él. Expiró diciendo: "Todo está terminado". Pero Él no está terminado.

Yo siempre digo, ya en sermones ya en clase, que puedo visitar la tumba de mis padres y familiares pero que no puedo visitar la tumba vacía de Jesús. Resucitó y no sólo espiritualmente como afirma James Cameron para salvar las apariencias.

"Hasta entonces los monjes consideraban la resurrección de Cristo como cosa simplísima. Les parecía tan simple como la salida diaria del sol y ahora este teólogo erudito con todos sus libracos y toda su ciencia embrollaba todas las cosas.

Que Dios me perdone, hijo, pero este año es la primera vez que no he sentido a Cristo Resucitar". (Nikos Kazantzaki)

"La tumba perdida de Jesús" es el sermón del teólogo laico, la película del Discovery Channel que todo lo embrolla y siembra dudas en los dudosos.

Los católicos somos el pueblo del Viernes Santo, de los cristos sangrantes, de las procesiones y de los funerales abarrotados. La muerte siempre vende.

¿Y el día de Pascua, día de la risa, día de la alegría, día sin mortaja, sin piedra y de puertas abiertas?. No sabemos cómo vivirlo. Tan acostumbrados a la seriedad de los funerales que no sabemos qué hacer con la fuerza nueva; tan acostumbrados a vivir como víctimas que nunca nos sentimos liberados; tan pesadas las lápidas que pensamos que nadie las podrá remover.

Pascua es el día de dar la espalda a todos los camposantos del mundo para abrazar generosamente a los hermanos y a la vida.

Pascua, día de ejercer el ministerio de la esperanza en este mundo nuestro "crispado" y fratricida, día de reconciliación de los opuestos y nada más opuesto que la violencia y la paz, la muerte y la vida porque en la Pascua está presente todo el futuro.
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