Internet es más milagro que la multiplicación de los panes. Multiplica para el mundo entero las noticias, las imágenes, lo santo y lo prohibido. No hay un dios censor. Sin jerarquías y sin censores es el único continente libre.

Durante el día sintonizo, vía Internet, entre cientos de emisoras, NPR, National Public Radio, opción abierta, plural y sin comerciales.

De noche, Punto Radio es mi ángel de la guarda. “De Costa a Costa” acuna mi sueño y enseguida me duermo.

Me gustaba más con Félix Madero, exalumno de los Escolapios, según le oí decir en alguno de sus programas.

Punto Radio se apuntó un buen punto el día 26 de noviembre colándose en el Colegio de los PP. Escolapios y transformando a los estudiantes en protagonistas.

Los estudiantes viven en un mundo encantado, lejos del mundo de los adultos y lejos de sus rivalidades y ambiciones, pero esa mañana jugaron a ser adultos y lo hicieron bien.

Después de una introducción calasancia, el director del programa desconoce el fundador de la primera escuela popular y gratis de Europa en 1597, José de Calasanz, y le preocupa más el cómo de las fiestas que su por quién, toman la palabra los políticos, el Sr. Ripa y el Sr. De la Casa.

Yo les agradezco su generosidad ofreciendo su presencia y su tiempo y su capacidad pedagógica que sintonizó con un auditorio nada fácil.

Con calma y con humor respondieron a preguntas de tipo personal: uso de las corbata, estudios, vocación política…y de ámbito nacional.

El Colegio de Escolapios, conejillo de indias, fue el primer show on the road de Punto Radio.

El experimento merece ser repetido en otros centros de la ciudad.

La radio además de dedicar horas sin fin al fútbol y a programas de confesionario, es decir sexo, en la noche tiene una hermosa misión informativa y educativa.

Los muchachos valoraron positivamente el experimento novedoso, al final demasiado largo, pero habían formulado sus preguntas que eran más importantes que las respuestas.