"O"

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

NO hay temas escabrosos, sólo hay mentes timoratas o depravadas.

La teología perenne, la de siempre, ha creado, en estos tiempos de cultura kitsch, de microclimas y de parques temáticos, nuevos campos que analizan microscópicamente los distintos aspectos de la vida cotidiana. Algo así como la búsqueda de los 22.000-25.000 genes que forman el genoma humano.

La teología del medio ambiente, del cuerpo, de la mujer, de la prosperidad, de la política, queer…la teología del "O".

Las grandes visiones, los grandes relatos son parcelados, en pequeñas dosis se sorben más fácilmente.

Dejo a San Juan de la Cruz y a su "Oh llama de amor viva que tiernamente hieres de mi alma en el más profundo centro. Pues ya no eres esquiva, acaba ya, si quieres; ¡rompe la tela de este dulce encuentro!, la interpretación mística del Cantar de los Cantares.

Yo lo releo, primero, con mis ojos de la carne aún con el riesgo de asustar a las mentes timoratas. A algunas les escandaliza, no lo que yo digo, les escandaliza lo que la Biblia dice.

Los judíos, diariamente, dan gracias a Dios que no los ha hecho mujeres. Yo le doy gracias porque no me ha creado ni ángel ni espíritu puro.

Tengo que confesar, con envidia, que no soy tan atrevido ni tan provocador como el fraile capuchino polaco, P. Ksawery Knotz. Éste ha sido apodado el "cura del Kama Sutra Católico".

En su página, www.szansaspotkania.net , en polaco y en inglés, da consejos a los matrimonios católicos sobre las alegrías del sexo con detalles tan gráficos y tórridos como el vapor de una sauna.

Este microclima, ars amandi de los maridos católicos, teología del "O", del orgasmo, encuentro humano y con Dios, ha sido bendecido y auspiciado por los Obispos polacos.

Este fraile, casto por profesión, ha dirigido miles de retiros de fin de semana explicando a los matrimonios católicos el gran invento de Dios.

Los detalles, fuera de lugar aquí y ahora, y el mensaje del P. Knotz lo pueden saborear en su página.

Déjense sorprender por la profundidad y la libertad de buscar y experimentar con que este fraile, desde la fe y la ortodoxia, aconseja a los matrimonios católicos sobre la búsqueda del placer antes, durante y después del acto conyugal.

Frente a las ñoñerías y los silencios del pasado, una fuente, más que original, refrescante.