NOSTALGIA LATINA

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

 

 

La cristiandad de ayer ha recuperado los viejos símbolos de un pasado que se resiste a morir.

Benedicto XVI, más monje que Papa, más teólogo que pastor, más nostálgico del pasado que creador del futuro, el 7 de julio firmó el documento Summorum pontificum.

A partir del 14 de septiembre, los curas que lo deseen, sin pedir permiso a nadie, podrán "decir" la misa en latín para ellos solitos. Misal de Pío V del siglo XVI, de espaldas, con amito, manípulo, casulla de guitarra, un bisbiseo de oraciones y….

Si un grupo de personas nostálgicas pidiera la misa tridentina también tendrían que ser atendidas.

Cada año, por razones energéticas, nos obligan a poner el reloj en la nueva hora.

Cambiar el reloj litúrgico 50 años después para ponerlo en la hora de Trento, 1570, a pesar de las bendiciones papales, es ya imposible.

Sólo los que nunca cambiaron de hora, la Sociedad de Pío V, Msgr. Lefevre y grupos afines, están en su salsa y cantan victoria.

Ellos son el blanco del documento que persigue "una reconciliación interna en el seno de la iglesia". Pero el talón de Aquiles de estas sectas no es sólo la misa tridentina es todo el Concilio Vaticano II.

Benedicto XVI, ayer desde su torre de marfil del Santo Oficio y hoy desde el balcón vaticano, siempre sospechó y desconfió de la nueva liturgia que, según él, rebasa "los límites de lo soportable", evapora la "sacralidad", y las lenguas vernáculas "han matado el misterio".

Es la nostalgia del ritualismo frente a unas eucaristías vivas.

Es la nostalgia del silencio vacío frente al bullir del espíritu.

Es la nostalgia de la ignorancia, no entender nada, frente a la riqueza del saber a través del diálogo con Dios y los hermanos.

Para vivir esta nostalgia latina y sacra existe la contemplación, lo oración privada…

La eucaristía es la fiesta de una comunidad enardecida por la presencia viva de Jesucristo.

Los curas de hoy conducen coches, navegan por Internet, tienen páginas web y blogs, visten Levi’s 501 jeans, shorts, viajan y no saben ni latín ni Derecho Canónico.

Los católicos sorianos, más amantes del golf en Pedrajas, del senderismo, de las setas, del Numancia…que del cocido dominical en el área de descanso parroquial, no están preocupados por estas cuestiones bizantinas.

Dudo que el obispo de Osma-Soria tenga que crear una "parroquia personal" para los católicos nostálgicos de un pasado obsoleto. Yo conocí la misa tridentina, nunca la he "dicho", y me quedo con lo mejor, con la eucaristía en español y en inglés que he "celebrado", gozado y sudado con pasión.

Las reacciones al documento han sido airadas y corajudas. El obispo italiano Luca Brandolini calificó el 7 de julio como "un día de luto". "Una reforma por la que muchos trabajaron con gran sacrificio e inspirados solamente por el deseo de renovar la iglesia ha sido cancelada".

Karl Lehmann, presidente de la conferencia episcopal alemana, afirmó: "No retrocederemos ni un milímetro con respecto a la reforma litúrgica". Y el editorial de la revista católica The Tablet se titula: A Step Backwards, un paso atrás.

A los satisfechos les deseamos un feliz viaje por los tortuosos senderos del ayer.

Nosotros seguiremos viajando por los heavenly highways.
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