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MONICIONES Y PRECES PARA LOS TRES CICLOS Solemnidad: San Pedro y San Pablo, Apóstoles P. Félix Jiménez Tutor, escolapio |
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ENTRADA Bienvenidos a la fiesta de la Eucaristía. Hoy celebramos al Señor que guía a su iglesia a través de su Espíritu derramado en sus hijos. Pedro y Pablo, las llaves y la palabra, dieron lo mejor de sus vidas al servicio de la causa de Jesús, establecieron la iglesia en el mundo, mantuvieron la unidad y con su sangre demostraron que eran verdaderos testigo del evangelio. Celebremos al Señor, en este día de fiesta, que sigue actuando en su iglesia y en sus hijos. Entonemos juntos el canto de entrada. PRIMERA LECTURA La iglesia experimenta sus primeras persecuciones, derrama la primera sangre y Pedro sufre las primeras cadenas por su Maestro. El Señor acude en ayuda de la iglesia naciente y libera a Pedro de la cárcel. La oración de la comunidad por su jefe, Pedro, fue escuchada y continuó orando y anunciando al Señor Jesús. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. SEGUNDA LECTURA Pablo, luchador incansable, está a punto de terminar su carrera. Se ha mantenido fiel, ha guardado la fe, ha dado frutos de vida, ha recorrido quince mil millas predicando el evangelio y ha dado la vida por su Señor. Termina su carrera y se pone en manos de Dios y le da toda la gloria a Él. Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios. EVANGELIO Pedro confiesa a Jesús como el Señor. Y Jesús lo elige para ser el jefe y el portavoz de su iglesia. No por sus cualidades sino por su fe. La fuerza de la iglesia está en la fe de sus miembros y en la respuesta amorosa al Dios que nos convoca y nos guía a través de las dificultades y persecuciones. Escuchemos la proclamación del evangelio. ORACIÓN DE LOS FIELES
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