MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO B

Vigésimo noveno Domingo del Tiempo Ordinario

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Isaías 53,10-11; Hebreos 4,14-16; Marcos 10,35-45

ENTRADA

Bienvenidos todos a esta comunidad cristiana del Pilar.

Nosotros somos la Iglesia de Jesús, su cuerpo, su vida y su gloria. Cristo, el servidor, el que vive, nos convoca a celebrar su sacrificio y su victoria. Nos llama a dar gracias y a renovar nuestro compromiso cristiano a través del servicio a los hermanos. Respondamos al amor de Dios con nuestra presencia, oración y alabanza.

PRIMERA LECTURA

El profeta Isaías exhorta y consuela a su pueblo que sufre y les dice que a través del sufrimiento del inocente muchos serán salvados. El siervo de Dios cargará con nuestra culpa y será nuestra luz. El sufrimiento no es una maldición, es también prueba y bendición.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Dios no está en el cielo, ajeno a nuestras tribulaciones. Dios sufre en el inocente, en su Hijo, y en todos sus hijos.

Hoy, somos invitados a contemplar al único sacerdote, Jesucristo, que se hizo hombre y sufrimiento con y para nosotros.

¿Sufres? Sufre con Cristo.

¿Necesitas ayuda? Acude a Cristo.

MONICIÓN AL EVANGELIO

Muchas veces pedimos lo imposible a Jesús. Nosotros somos llamados a viajar con Jesús. La recompensa, el salario, sólo lo conoce y lo da Dios Padre.

Los discípulos tenemos que compartir con Jesús su cáliz y ofrecer nuestras vidas a los hermanos. Dejemos a Dios ser el que salva y el que tiene la llave del futuro.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la Iglesia, llamada a servir con Cristo, para que continúe su servicio de amor a los hombres.

  2. Oremos por los gobernantes, servidores del bien común, para que con justicia pongan los recursos materiales al servicio de los más necesitados.

  3. Oremos por los que formamos esta comunidad del Pilar para que sirvamos a los enfermos, a los ancianos, a los niños y a los que nos necesitan.

  4. Oremos por los padres y los niños que bautizamos en nuestra parroquia para que juntos crezcan en la fe y la vivan en comunidad.

  5. Oremos por los difuntos de la parroquia y (nombres…) para que vivan para siempre en el amor de Dios.