MONICIONES Y ORACIÓN DE LOS FIELES - CICLO C

Vigésimo DOMINGO

P. Félix Jiménez Tutor, escolapio

   

 

 Escritura:

Jeremías 38, 4-6.8-10; Hebreos 12, 1-4;
Lucas 9, 28-36

ENTRADA

Bienvenidos todos a la fiesta de la fe en Cristo Jesús.

Es domingo, día en que todos somos llamados a poner los ojos en el Señor de la salvación. Venimos a la asamblea cristiana a pedir fortaleza para vivir nuestra semana sin mirar hacia atrás. Jesús va delante, nosotros le seguimos con confianza a pesar de nuestros cansancios y desánimos.

Entonemos juntos el canto de entrada.

PRIMERA LECTURA

Jeremías es castigado por predicar la Palabra de Dios. Pero la palabra recibida no puede ser silenciada.

Muchos cristianos tienen miedo a hablar de Dios, a decir que son creyentes y que Dios es importante en sus vidas. Hablemos de todo y, de vez en cuando, testimoniemos nuestra fe.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

SEGUNDA LECTURA

Como seguidores de Cristo, debemos perseverar en la fe hasta el final de la meta y correr la carrera de la vida con los ojos puestos en el Señor.

Escuchemos la proclamación de la palabra de Dios.

EVANGELIO

Jesús nos recuerda que si vivimos de acuerdo con su enseñanza encontraremos luchas, persecuciones, burlas y divisiones.

No tengamos miedo, él ha vencido, a través del sufrimiento, al mal.

Escuchemos la proclamación del evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES

  1. Oremos por la iglesia, jerarquía y fieles todos, para que con el testimonio de la palabra y de la vida iluminemos el camino de los hermanos.

  2. Oremos por los líderes de las naciones para que busquen con ahínco la paz y la justicia entre todos los pueblos de la tierra.

  3. Oremos por nosotros, cristianos del Pilar, para que animados por la Palabra de Dios en este domingo seamos testigos ante los demás del gran amor de Dios.

  4. Oremos por los enfermos y todos los que viven la prueba de la debilidad, la ancianidad y el cansancio para que encuentren descanso y paz en la fe.

  5. Oremos por todos nuestros difuntos y (nombres…) para que gocen de la alegría de haber alcanzado la meta y el premio de la gloria.