ENTRADA

Bienvenidos todos al banquete de la felicidad y del amor.

Siempre hay una palabra de ánimo en la celebración de la Eucaristía.

Hoy, el mismo Señor nos invita a los pequeños y humildes a vivir felices, a vivir con Él y a hacer de Él el río de nuestra felicidad y la bendición de nuestra vida.

Juntos vamos a escuchar la palabra de Dios y juntos vamos a celebrar la mesa del Señor.

Juntos entonamos el canto de entrada,

MONICIÓN A LA PRIMERA LECTURA

El profeta nos invita a poner nuestra confianza en Dios. Dios es el río de agua viva que refresca nuestra vida, que riega nuestras raíces, que fortalece nuestro espíritu y que nos ayuda a mantenernos firmes en el servicio de Dios y de los hermanos. Dios es la bendición del creyente y el creyente la bendición de los que le rodean.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN A LA SEGUNDA LECTURA

Cristo es nuestra gloria y nuestra esperanza. Cristo resucitado de entre los muertos es garantía de resurrección para los que creemos en Él. Cristo es nuestra bendición. Benditos los que centran su vida en la muerte y resurrección de Cristo porque vivirán con Él para siempre.

Escuchemos la proclamación de la Palabra de Dios.

MONICIÓN AL EVANGELIO.

Cuatro felicidades para los pobres y los excluidos. La felicidad de Dios es para todos. Dios no excluye a nadie de su amor. Cuatro maldiciones para los satisfechos. ¿Quieres la felicidad y la bendición de Dios? Pon en Él tu amor y tu riqueza, tu fe y tu entrega.

Escuchemos la proclamación del Evangelio.

ORACIÓN DE LOS FIELES.

1. Oremos por la Iglesia y sus pastores para que con palabras y gestos, con paciencia y amor alimenten la esperanza de todos los creyentes.

2. Oremos por los gobernantes de todas las naciones para que busquen la paz y procuren con sus leyes la felicidad y el bienestar de todos los ciudadanos.

3. Oremos por los pobres y marginados de la sociedad para que Dios les bendiga y consuele a través de la generosidad de los hermanos.

4. Oremos para que nuestras vidas iluminadas por la fe en Dios puedan manifestar la gracia de Dios a los más necesitados.

5. Oremos por los que viven sin esperanza y sin felicidad para que la busquen y la encuentren en Dios nuestro Padre.

6. Oremos por los difuntos y (nombres…) para que resucitados con Cristo vivan en la felicidad para siempre.